En concreto, la acusación pide dos años y medio de prisión para Aitor Torrea y seis para Iñaki Torrea. La defensa, por su parte, insta a la libre absolución, argumentando que la única base para mantener la imputación son las inculpaciones durante el período de incomunicación, tras el cual los arrestados denunciaron torturas.
El Ministerio Público los vincula con diversos sabotajes ocuridos en Nafarroa entre 2004 y 2007.
Es el caso de Aitor Torrea, quien relató haber sufrido golpes, la bolsa, amenazas y presiones psicológicas durante los días que permaneció incomunicado en manos de la Guardia Civil. Ayer, durante su declaración, negó todas las imputaciones e indicó que su anterior testimonio fue obtenido mediante malos tratos.
Iñaki Torrea, por su parte, está imputado por la declaración de otro de los imputados, que también refirió haber sufrido torturas durante el transcurso de la redada, desarrollada entre Policía española y Guardia Civil en noviembre de 2007.
El juez no ha decretado medidas cautelares aunque Aitor Torrea ya permaneció encarcelado durante once meses.