Arnaldo Otegi ha sido entrevistado por el semanario catalán ‘La Directa’. En dicha publicación defiende el camino de la unilateralidad de Euskal Herria en su proyecto de soberanía nacional: «Si nuestras estrategias de liberación pasan necesariamente por acuerdos con el Estado, no habrá acuerdos ni habrá liberación», afirma.

Al mismo tiempo, remarca que ello no supone que se cierre la puerta a todo tipo de acuerdos, sino que Euskal Herria «traza su propia hoja de ruta» haya acuerdos o no. En esta dirección, recuerda las promesas de «todo es posible sin violencia». Sin embargo, subraya que la ilegalización de Bildu «formaba parte de la agenda del PP», pero que el cese definitivo de la lucha armada por parte de ETA y la actuación de la comunidad internacional «frustraron» los planes del Gobierno español.

Considera que es parte del ADN político del Estado español: «Ante la falta de cultura democrática, solo queda la amenaza y la fuerza», afirma, al tiempo que apunta que la «naturaleza antidemocrática» queda al descubierto una y otra vez. Por ello, apunta que «ni existe ni existirá» un marco negociador en el proceso de paz. Recuerda que para que un proceso de estas características pueda existir es «imprescindible» que las dos partes muestren voluntad, pero que el Estado español «no tiene ningún interés».

Asimismo, valora la situación de los presos y presas vascas, así como la dispersión que sufren. «Mediante nuestra instrumentalización, el Estado fundamentalmente busca tres objetivos. Quiere perpetuar el escenario anterior, generar frustración y desilusión en nuestro pueblo», defiende. En esta dirección, entiende que el Estado asume que Euskal Herria no iniciará un proceso unilateral mientras los presos «estén en sus manos». Ante ello solicita unaposición común clara: «Todos y todas las presas independentistas vascas y refugiados y refugiadas tenemos que recuperar la libertad, volver a nuestra casa y a nuestro país». Ello generaría condiciones que «permitan poner en marcha un proceso unilateral soberanista», asegura Otegi.

Comprende las dificultades del proceso y subraya que en dos siglos «no ha habido generación que no haya conocido el conflicto».

El cambio, además, debe llegar también desde el ámbito social. En este punto, recuerda unas reivindicaciones que Herri Batasuna ya realizaba en la década de los 80. La necesidad de un Banco Público Vasco o la nacionalización de sectores estratégicos de la economía. «Empecemos por defender la recuperación de todas las conquistas sociales y económicas que, con la gran coartada de la crisis, han reducido a cenizas», señala apuntando a la gratuidad de los servicios públicos esenciales, la renta de ingresos mínimos y la construcción de un sector público fuerte.