Ramón SOLA

Bidegi: claro y limpio tras el cristal del PNV, gris muy oscuro tras el de EH Bildu

Los datos que manejan ambos son los mismos, pero las interpretaciones, radicalmente diferentes. Donde la Diputación ve una sociedad solvente, EH Bildu destaca la inmensa deuda. Bidegi sigue en el ojo del huracán, ahora por su viabilidad... a la espera del juez.

Pocas veces se encuentra un diagnóstico tan diferente sobre la misma cosa. PNV y EH Bildu reflejaron ayer en Juntas de Gipuzkoa su visión absolutamente enfrentada sobre la viabilidad de Bidegi. Y eso que apenas se entró en la cuestión de las querellas admitidas a trámite por supuestos trabajos falsos en la AP1, puesto que la diputada de Infraestructuras Viarias, Aintzane Oiarbide, y el director de la sociedad, Alfredo Etxeberria, no lo citaron siquiera, ni en su primera ni en su segunda intervención. Solo en la tercera, ya tras dos apelaciones de EH Bildu, Oiarbide alegó que «el juez decidirá» y que ellos le están aportando la información que se les va reclamando desde el Juzgado de Azpeitia.

Si este tema está muy oscuro, el de la viabilidad de Bidegi también tiene lo suyo. Oiarbide y Etxeberria habían pedido la comparecencia para defender que la entidad es totalmente solvente y negar por tanto «el relato interesado, negativo y catastrófico» del Gobierno de Bildu en la pasada legislatura. Sin embargo, tras oírle el grupo juntero de EH Bildu repitió ayer su diagnóstico. Y es que los números son los que son: según detalló Xabier Olano, la deuda viva actual asciende a 863 millones de euros, casi nada. Para Oiarbide, por contra, todo está controlado porque hay ingresos suficientes para ir amortizando esa cantidad hasta el horizonte de 2040, el pactado con los bancos. Asegura que incluso va sobrando dinero.

El problema, por tanto, no son tanto las cifras anuales, sino el modelo de financiación de Bidegi entendido a largo plazo. El propio Olano hizo una extrapolación a un esquema de economía familiar, mucho más entendible que las cifras macro: explicó que la situación actual es como si una familia tiene 1.000 euros de ingresos al mes, pero hay que descontarles 320 de las cargas financieras y más de 180 por las amortizaciones correspondientes. «O sea, que se queda con menos de la mitad, y con eso hay que afrontar el gasto corriente... Para invertir va a tener cero. Ni chalé en la sierra ni nada», le señaló a Juan Carlos Cano (PP), que había bromeado antes con ello en vista del dinero que Oiarbide dice que sobra en Bidegi. «Yo al menos no querría esta situación en mi familia», concluyó Xabier Olano.

Oiarbide y Etxeberria insistieron en que el ratio de solvencia fijado por los bancos que financian Bidegi siempre se ha ido cubriendo. «De nuevo estáis en un discurso catastrofista y habría que acabar con ello –espetó a EH Bildu–. ¿Por qué no dáis una oportunidad en vez de tirar piedras al tejado?».

Los diez millones de Diputación

EH Bildu y Podemos preguntaron a la diputada por qué, si Bidegi tiene tanta solvencia, en los presupuestos para 2016 la Diputación le ha concedido una partida de diez millones de euros. «Es la primera vez que pasa», remarcó Olano. El director de Bidegi respondió a ello que se trata de una cantidad para financiar la instalación del nuevo peaje de Etzegarate. Explicó Etxeberria que los bancos no permiten que los remanentes se utilicen para nuevas infraestructuras, de modo que «cada nuevo encomienda tiene que tener su propia financiación». Y es por ello que la Diputación acude al auxilio con una ampliación de capital. De nuevo el modelo...

La diputada Oiarbide dejó caer alguna crítica hacia la gestión de su predecesora, Larraitz Ugarte. Por ejemplo en la cuestión del tope de 25 euros al mes para peajes en la AP1 y AP8, el llamado sistema Abiatu del que se benefician alrededor de 15.000 conductores guipuzcoanos. «Algún susto ha dado», insinuó tras mostrar un cuadro en el que se afirma que en 2013, 2014 y 2015 Bidegi ha superado el límite de gasto y lo relaciona con este motivo. Sin embargo, la actual responsable de Infraestructuras Viarias levantó a tiempo el pie del acelerador: «No digo que fuera mala decisión». Los beneficiados pueden estar tranquilos, al menos por ahora.

EH Bildu se defendió. Aseguró que precisamente la situación de Bidegi no ha empeorado gracias a su gestión, y citó como ejemplo los 17 millones de euros ahorrados por el acuerdo con Bidelan o los recuperados con las medidas contra el fraude en los peajes. En el otro lado de la balanza puso Iban Asenjo el millón de euros que debió gastarse para despedir a tres dirigentes de Bidegi con contratos blindados desde los anteriores gobiernos del PNV. Uno de ellos está doblemente imputado en la querella de la AP1, por lo que todo vuelve a interrelacionarse, como la pescadilla que se muerde la cola. Continuará...