@MartxeloDiaz
IRUÑEA

URA defiende alternativas para regadío y agua de boca en la Ribera sin el Canal de Navarra

Portavoces de la Fundación URA-Nueva Cultura del Agua han destacado en el Parlamento navarro que existen alternativas para garantizar el suminstro de agua de boca y regadío en la Ribera sin tener que acometer la segunda fase del Canal de Navarra, un proyecto que han calificado de desproporcionado. El Gobierno navarro ha decretado una moratoria sobre esta obra para analizar su viabilidad y las posibles alternativas.

El Canal de Navarra entre Artaxoa y Tafalla. (Jagoba MANTEROLA/ARGAZKI PRESS)
El Canal de Navarra entre Artaxoa y Tafalla. (Jagoba MANTEROLA/ARGAZKI PRESS)

Adolfo Jiménez y Charo Brinquis, integrantes de URA, han reconocido que en Erribera existen problemas de calidad en el agua de boca y en el el regadío, especialmente cuando se toma del Ebro o de canales que surgen de este río. Pero han subrayado que la segunda fase del Canal de Navarra no es la solución para este necesidad, ya que el proyecto nació ya con su viabilidad cuestionada en 1982 y que en 2011 se paralizó por problemas financieros. «El Gobierno navarro era consciente de la inviabilidad del Canal, pero solo lo reconocía en privado», ha revelado Jiménez.

Asimismo, Jiménez ha criticado que con el Canal de Navarra se han levantado en la Ribera expectativas que no se podían cumplir mientras se abandonaban otras alternativas para garantizar agua de calidad a un coste menor, como el suministro desde el Ferial.

Brinquis ha estimado «de manera conservadora» que los costes del Canal de Navarra son 3.000 millones de euros, en un periodo de 30 años. De esta cantidad, el Estado español debe aportar 900 millones, el Gobierno navarro 1.300 millones y los usuarios (mancomunidades y regantes) 800 millones, aunque este último apartado está a la baja, lo que incrementa aun más la aportación del Gobierno navarro. Brinquis ha alertado de que la aportación del Gobierno navarro a sufragar estos gastos supone un descenso de los presupuestos de Agricultura, como ha reconocido incluso UAGN, ferviente defensor de la macroinfraestructura. Asimismo, ha advertido de que la extensión del regadío supondría aumentar la aportación del Ejecutivo navarro por el peaje en la sombra.

Jiménez, por su parte, tras reconocer que la calidad del agua no es la deseable, ha subrayado que el consumo es desproporcionado en la Ribera, casi triplicando el de Iruñerria y por encima de lo recomendado por la propia Confederación Hidrográfica del Ebro. También ha puesto en cuestión la demanda de nuevos regadíos y ha defendido una mejor gestión de los existentes.

Cinco alternativas para mejorar el suministro de agua

Así las cosas, Jiménez ha puesto sobre la mesa que hay cinco alternativas para mejorar el suministro de agua en la Ribera: el actual proyecto de segunda fase del Canal de Navarra, la toma del Ebro, la toma del Canal de Lodosa, un nuevo proyecto de tubería desde el Canal de Navarra en Pitillas y la denominada alternativa cero, que se basa en la mejora de la gestión de las actuales infraestructuras. Las cuatro primeras las ha rechazado por su elevado coste y ha apostado claramente por la úlitma.

Unai Hualde (Geroa Bai) ha recordado que el Gobierno navarro ha decidido aplicar una moratoria sobre la segunda fase del Canal de Navara para estudiar su viabilidad y posibles nuevas alternativas y ha valorado positivamente la aportación que supone el informe de URA.

Además, ha criticado que se esté utilizando esta cuestión para atacar al Gobierno de Uxue Barkos presentando una falsa discriminación de la Ribera y ha criticado a los grupos que reclamaban que se continuase con la segunda fase cuando el nuevo Ejecutivo «cuando el culo no había calentado el sillón». Ha pedido al Ejecutivo que presente datos de

Maria Carmen Segura (UPN) ha descalificado a URA señalando que siempre ha sido contrario al pantano de Itoitz y al Canal de Navarra y ha reclamado al Gobierno navarro que garantice el agua de calidad en la Ribera. «Tenía confianza en Geroa Bai, pero ya veo que se ha dejado arrastras por sus socios de EH Bildu, Podemos e I-E, que nunca han creído en este proyecto».

Dabid Anaut (EH Bildu) ha defendido la seriedad del informe de URA y ha recordado que UPN y PP pararon el proyecto en 2011 por su inviabilidad económica. Ha añadido que se ha usado esta cuestión para atacar al Gobierno navarro y ha reclamado que se estudien las alternativas.

Rubén Velasco (Podemos) se ha mostrado a favor de una mejor gestión de los recursos y ha señalado que espera que «con el Canal no se haga como Bankia, hacerlo cada vez más grande para intentar salvarlo».

José Miguel Nuin (I-E) ha destacado que hay que buscar soluciones para el suministro de agua en la Ribera y ha recordado que cuando UPN paralizó el proyecto no ofreció ninguna alternativa.

Santos Cerdán (PSN) ha calificado de demagógico el informe de URA señalando que son «la Fundación de la Nueva Cultura del Agua, pero sin agua», mientras que Javier García (PP) ha recurrido al argumento de la necesidad de agua para garantizar el desarrollo económico de la Ribera.