En rueda de prensa en la capital alavesa, miembros del citado colectivo, que comenzó su andadura hace dos años con motivo de los comicios europeos, han explicado asimismo que están a la espera de que la Junta Electoral de Gasteiz se pronuncie sobre una solicitud en el mismo sentido presentada por uno de ellos.

Se trata de Iñaki Pérez de Urrutia, que ha relatado ante los medios de comunicación que el pasado 30 de agosto conoció su designación como suplente segundo del presidente en una mesa electoral de la capital alavesa para los comicios del día 25.

Pérez de Urrutia ha añadido que tras esa notificación tuvo conocimiento del caso de una mujer en Galiza a la que le había tocado ser suplente del primer vocal en una mesa electoral en los comicios gallegos, que se celebran el mismo día.

La mujer presentó un escrito de alegación ante la Junta Electoral de Zona de O Barco de Valdeorras (Ourense) declarándose objetora de conciencia electoral y argumentando, entre otras cuestiones, que está en desacuerdo con el actual sistema político y electoral y que no vota ni quiere participar de ninguna mesa electoral.

El órgano electoral gallego le comunicó el pasado 6 de setiembre que admitía su «excusa, por estar debidamente justificada» y que le eximía de la obligación de comparecer en esa mesa, según la documentación aportada en la rueda de prensa.

El objetor electoral gasteiztarra ha indicado que él ha presentado el mismo escrito en la junta de zona correspondiente y que está a la espera de la notificación, aunque se ha mostrado escéptico ante la posibilidad de que la respuesta sea la misma.

«No crea precedentes»

Tanto él como su compañero en la plataforma Antonio Escalante han coincidido en explicar que la decisión de la junta electoral gallega «no crea un precedentes», pero sí un «antecedente» a la que otros órganos pueden «agarrarse» para decidir sobre una petición de estas características.

Ambos han animado a la gente que no comparte esta obligatoriedad a sumarse a este movimiento de insumisión, aunque han reconocido que existe un peligro de acabar condenado a pena de cárcel o a una multa por no cumplir con lo que establece la ley.

Han asegurado que quienes hayan sido elegidos para las mesas en estos comicios todavía tienen tiempo para presentar alegaciones en las juntas y que el colectivo facilitará toda la ayuda e información necesaria.

Escalante ha incidido en que este movimiento se parece mucho al que acabó con la obligatoriedad del servicio militar y que como sucedió entonces el aumento del número de insumisos electorales puede acabar con la obligatoriedad de ser parte de una mesa en elecciones.

En la actualidad, ha dicho, un total de 27 personas en todo el Estado se han declarado insumisas electorales, de las que dos han sido condenadas a multas, a otras dos se les ha abierto un expediente que puede acabar en juicio, mientras que el resto no ha recibido ninguna comunicación.

Pérez de Urrutia ha explicado que él no quiere votar ni participar en una mesa electoral que pertenece a un sistema que ni es democrático, ni representativo, que parece más una «cleptocracia», y donde los partidos piden el voto para que después se les «deje en paz» cuatro años.