ELA ha destacado sobre la adjudicación de los activos de Fagor a Cata (grupo CNA) que después de ocho meses de «dura lucha e incertidumbre» han conseguido el «compromiso expreso» de la firma catalana de que las plantillas de Grumal y Edesa serán recolocadas en el plazo de dos años y que se les aplicará el convenio sectorial del Metal de Gipuzkoa actualizado a 2014 en función del IPC de los años anteriores.

«Todo ello ha sido posible a pesar de que tanto MCC como el Grupo Fagor han estado desaparecidos en gran parte del proceso, trasmitiendo en diversas ocasiones que no contaban con las plantillas por cuenta ajena de Edesa y Grumal. También ha sido posible a pesar del nulo apoyo por parte de los departamentos de Empleo y de Desarrollo Económico y Competitividad del Gobierno vasco», ha criticado.

ELA ha apuntado que, «una vez asegurada la opción del empleo», el siguiente objetivo ha sido garantizar unas «condiciones laborales dignas» y, en este sentido, ha explicado que la primera opción que defendieron era el derecho de subrogación de las condiciones laborales, pero «no ha sido posible por la nula voluntad de los adquirientes».

El sindicato de Adolfo Muñoz espera que Cata «cumpla en todos sus términos» el acuerdo alcanzado en materia de empleo, incorporando a las 122 trabajadores Edesa, Grumal y Fagor que optaron por el empleo «y lo haga lo antes posible en las condiciones laborales pactadas en dicho acuerdo». Ha añadido que vigilará «con máxima cautela» el «escrupuloso» cumplimiento de los compromisos adquiridos.

LAB: «Se ha demostrado que era viable»

Por su parte, LAB ha calificado de «buena noticia» la adjudicación de Fagor a Cata porque supondrá la «inminente puesta en marcha» de «todas las plantas productivas» de la cooperativa, incluida la de Edesa en Basauri, a la vez que ha recordado que Grumal de Azpeitia es la única que se queda fuera, ya que su liquidación se realizará con posterioridad.

Para la central abertzale, la oferta del grupo catalán CNA es «interesante» por el alto número de empleos que garantiza (705 el primer año), el «establecimiento de la dirección de la empresa en Euskal Herria» y la apertura de todas las plantas, además de que la compañía ha obtenido acuerdos con empresas vascas que posibilitarán la creación de empleos indirectos.

Ha puesto en valor, asimismo, el acuerdo para que se aplique el convenio del Metal de Gipuzkoa y se establezcan cláusulas que «limitan la reforma laboral» y el blindaje de los puestos de trabajo con indemnizaciones en caso de despidos.

Para LAB, la resolución de este proceso y las ofertas presentadas «han demostrado que Fagor Electrodomésticos podía ser viable» y ha lamentado que «en Euskal Herria no hemos sido capaces de poner en marcha un proyecto local», lo que ha considerado «grave».

Asimismo, ha denunciado que el Gobierno de Lakua «no ha actuado con la responsabilidad debida y, en lugar de trabajar en un proyecto propio, ha utilizado mediáticamente el tema Fagor con objetivos propagandísticos».

Ha advertido, por otra parte, de que «para que el proyecto de Cata vaya por buen camino, es imprescindible que se materialicen todas las inversiones previstas», por lo que han hecho un llamamiento a las instituciones «para el trabajo en común».

Finalmente, ha señalado que lo sucedido con Fagor «nos debe hacer aprender de los errores: reforzar el proyecto cooperativista mirando a sus orígenes y principios, y constatar el gran problema que padecemos». El sindicato ha solicitado «un proyecto propio a las instituciones vascas para desarrollar una política industrial y de desarrollo real, para hacer frente a esta crisis estructural».