Un joven negro (se trata de Kajieme Powell, muerto por la Policía el martes en San Luis, Misuri, EEUU) espera paseando tranquílamente frente a un supermercado. Al parecer ha robado algo de bebida y comida y el dependiente ha llamado a la Policía. Mientras un ciudadano graba la situación con un móvil aparece una patrulla policial.

Dos agentes salen del coche y apuntan con sus armas al joven, que empuña en su mano derecha un objeto, que según la Policía es un cuchillo. El joven avanza hacia los policías en primer momento y tras los gritos de estos retrocede y sube a un petril de la acera. El que graba la situación relata una y otra vez «Oh! Shit» (¡mierda!), y el joven avanza con paso lento hacia los agentes. Con todavía cerca de dos metros de distancia ambos agentes disparan una y otra vez, hasta en diez veces. El joven cae desplomado en la acera. El joven no muere, sigue en el suelo vivo pero los policías no hacen nada para auxiliarle. Tras un minuto de espera uno de los agentes le quita el objeto que lleva en la mano y le empuja por el suelo mientras el otro sigue apuntándole con su arma. Herido de muerte, llegan más agentes mientras uno de los primeros no deja de apuntarle con su arma. La gente que poco a poco se acerca al lugar y el hombre que graba con su móvil se lamenta «lo han matado, lo han matado» [Vídeo] .