En el marco de una ronda de contactos con todos los partidos con representación parlamentaria para hablar sobre medidas de «regeneración democrática», el Gobierno del PP se ha reunido con Amaiur este jueves, por primera vez desde que la coalición abertzale llegara al Congreso tras los comicios de noviembre de 2011.

El encuentro, según ha confirmado el diputado abertzale Xabier Mikel Errekondo, ha transcurrido en un ambiente «cordial».

Amaiur, ha dicho, considera «de suma importancia» la regeneración democrática y en la reunión le ha trasladado al Ejecutivo español los dos puntos que considera fundamentales para trabajar por una democracia real.

En concreto, ha instado al Ejecutivo español a hacer un esfuerzo y poner en marcha mecanismos para avanzar en la construcción de la paz en Euskal Herria, así como a respetar la «decisión y la palabra de la gente» en todos los ámbitos y, en especial, el derecho a decidir del pueblo vasco.

«Si quiere profundizar en la democracia debe recoger mecanismos para construir la paz y respetar el derecho a decidir del pueblo vasco», que puede canalizar desde el Gobierno, ha subrayado Errekondo.

El secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, y el portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Alfonso Alonso, se reunieron ayer con los representantes de Coalición Canaria (CC), Foro Asturias (FAC), Compromís y UPN.

Y han dejado para este jueves al resto de integrantes del Grupo Mixto, esto es a Amaiur, ERC, BNG y Geroa-Bai, con quienes da por finiquitada la primera toma de contacto que el Ejecutivo español y el PP iniciaron hace dos semanas para tratar de tantear qué posibilidades de acuerdo existen en materia de «regeneración democrática».

El primer partido al que el Ejecutivo citó fue al PSOE, un encuentro en el Ayllón y el portavoz de la citada formación en la Cámara Baja, Antonio Hernando, acordaron sacar del debate parlamentario la propuesta del PP de reforma electoral para cambiar el sistema de elección de alcaldes, una iniciativa muy criticada por buena parte de la oposición y muy contestada en el conjunto del Estado.

Tras esta ronda de contactos, el Gobierno español y el PP tendrán que definir próximamente el marco del debate de las «medidas de regeneración democrática» con la idea de que a finales del próximo mes de octubre esté acotado en lo posible los asuntos en los que podría haber consenso.

La idea es que en noviembre se aborden en comisión las iniciativas legislativas que surjan de estas negociaciones con el fin de que en diciembre sean aprobadas por el Pleno del Congreso, dando así cumplimiento al plazo de dos meses que se ha dado el Gobierno español para cerrar el paquete de regeneración democrática.