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Iruñea

Barcina dedica gran parte de su discurso a criminalizar la alternativa abertzale

Los tintes preelectorales del Debate sobre el Estado de la Comunidad Foral eran previsibles y Yolanda Barcina lo ha puesto en evidencia dedicando parte de su discurso a Adolfo Araiz, candidato de EH Bildu para las próximas elecciones pero que a día de hoy no es parlamentario. Barcina ha dicho que Bildu «representa la mayor vergüenza política que recuerda esta tierra».

Barcina durante el Debate de hoy. (Jagoba MANTEROLA / ARGAZKI PRESS)
Barcina durante el Debate de hoy. (Jagoba MANTEROLA / ARGAZKI PRESS)

La defensa de su gestión en el Gobierno ha copado la mayor parte del discurso de la todavía presidenta del Gobierno de Nafarroa en el Debate sobre el Estado de la Comunidad Foral Navarra, pero Yolanda Barcina también ha dedicado un tiempo considerable de su comparecencia principal a censurar la alternativa abertzale.

El frente amplio conformado por EH Bildu ha recibido las mayores críticas de Yolanda Barcina, incluso ha arremetido contra Adolfo Araiz, próximo candidato de la coalición para suceder a la líder de UPN al frente del gobierno navarro, pero que a día de hoy no ocupa ningún escaño en la Cámara foral. Cree Barcina que los independentistas representan «la mayor vergüenza política que recuerda esta tierra».

Barcina ha acusado a Patxi Zabaleta de «enterrarse en el pasado más abyecto e ignominioso de la historia reciente de esta comunidad» y de no «atreverse a dar un paso hacia el futuro», en referencia a solicitar la desaparición de ETA. Eso sí, tras ello, ha sido la propia presidenta foral la que ha retrocedido 15 años para acusar a Araiz de no condenar en su día atentados como el de Miguel Angel Blanco.

Ha acusado a los independentistas de «jactarse de haber contribuido a expandir el terror por todos los rincones de Navarra». Para Barcina apoyar la puesta en libertad de Ines del Rio ordenada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos es «mostrar solidaridad con una terrorista que asesinó a 22 ciudadanos». Les ha acusado, también, de incumplir la Ley de Símbolos, que proscribe la ikurriña, o de negar «los derechos más básicos a aquellos vecinos de sus localidades que piensan distinto».

Con esta batería de acusaciones Barcina se ha querido mostrar cómo única alternativa ante un eventual cambio liderado, o compartido, por EH Bildu y ha dicho que se mantendrá «vigilante» y que no va a permitir que «impongan su proyecto totalitario», obviando que serán los votos de las próximas elecciones los que decidan.