«De manera irrevocable presento mi renuncia como miembro del Partido de la Revolución Democrática», ha señalado Cárdenas a través de una carta, en la que explica que ha tomado la decisión «por coherencia» con sus principios.

Cárdenas había mantenido previamente un encuentro con el presidente nacional del PRD, Carlos Navarrete, a quien había solicitado tomar medidas para recuperar la credibilidad de la opinión pública.

Cárdenas ya indicó hace dos semanas que el partido sufre «una grave crisis» que requiere «medidas urgentes para recuperar la credibilidad», advirtiendo de que «está a punto de disolverse» y pidiendo la renuncia de la cúpula

En la carta, Cárdenas, candidato presidencial del PRD en los años 1994 y 2000, afirma que renuncia en «congruencia» con sus principios y que se trata de una decisión propia que no está sometida a una «decisión ajena, individual o colectiva».

También señala que ha tomado la decisión para no compartir decisiones «tomadas por miopía, oportunismo o autocomplacencia», que ha decidido correr el riesgo de recibir críticas, y que ha optado por actuar en consecuencia con los principios que ha sostenido y han sido la guía de su comportamiento público y privado.

«El partido está a punto de disolverse o de quedar como una simple franquicia político-electoral, subordinada a intereses ajenos a los de su amplia base militante», ha manifestado Cárdenas, de 80 años, hijo del expresidente de México general Lázaro Cárdenas (1934-1940), quien nacionalizó el petróleo en 1938.

Ayotzinapa

Así, afirmó que la situación ha empeorado debido a alianzas electorales equivocadas, la existencia de «corrientes internas» en la cúpula, y las «desafortunadas y cuestionables decisiones» tomadas por la dirección nacional a partir de la desaparición de 43 estudiantes de Ayoztinapa.

El PRD ha sido criticado en las últimas semanas por haber nombrado al alcalde de Iguala, señalado como posible autor intelectual de la desaparición de los estudiantes de Magisterio en la citada localidad.

El gobernador del estado de Guerrero, Ángel Aguirre, miembro también de esta misma formación, dejó el cargo tras pedir una licencia casi un mes después de las desapariciones para facilitar la investigación del caso y en medio de fuertes críticas a su gestión.

Por ello, Cárdenas pidió medidas drásticas para modificar la dirección del partido, defendiendo que «sólo con decisiones con estos alcances, el PRD podrá entrar en un nueva ruta y reposicionamiento como opción política de carácter y proyección nacionales».