El eterno debate. ¿Mejoraron unos o bajaron otros sus prestaciones? ¿Quizás un poco de ambos? Opiniones para todos los gustos. Sea como fuere, lo cierto es que Irlanda ha obtenido su pase matemático a cuartos de final tras derrotar a Italia con menos comodidad de la prevista (16-9).

En el duelo de pateadores entre Sexton y Allan, el ensayo de Earls mediada la primera mitad ha marcado la diferencia. Ha sido el único posado de un duelo áspero, en el que los azules han notado para bien el retorno de su capitán y líder espiritual, Sergio Parisse.

A Italia le resta refrendar la tercera plaza del grupo D y el pase a Japón 2019. Para ello les queda el choque contra la rocosa Rumanía.

Por su parte, los del trébol comparten liderato con Francia, ambos 14 puntos. Se repartirán la primera y la segunda plaza el próximo domingo en Cardiff. El asunto no es baladí, porque se trata de esquivar a Nueva Zelanda en cuartos. El empate favorece a Irlanda, que tiene mejor average.

El ganador se las verá con Argentina, que no es ningún caramelo pero da menos miedo que los All Blacks. Los Pumas han dado a Tonga la misma medicina que ya habían recetado a Georgia. Algo más de cuarenta minutos para hacerse ilusiones –iban 20-16 en el minuto 42– y luego un torbellino para marcharse hasta el 45-16 definitivo.

El mito futbolístico Diego Armando Maradona se lo ha pasado como un enano en la grada de Leicester mientras los suyos posaban hasta cinco ensayos, obra de Tuculet, Imhoff, Sanchez, Montoya y Cordero.

Para redondear la fiesta, el apertura Nicolás Sánchez se ha colocado al frente de la tabla de anotadores, con 51 puntos, seis más que el zaguero japonés Ayumu Goromaru.

Argentina ya celebra su pase a cuartos, aunque no esté matemáticamente clasificada. Pero su eliminación pasa por una combinación imposible, que Tonga gane a Nueva Zelanda y que ellos pierdan ante Namibia. Apostar porque se den estos dos resultados a la vez es tirar el dinero.

Dura resaca

Por supuesto, la noticia del día ha seguido siendo la eliminación de Inglaterra, un país que se ha levantado con una dura resaca tras el tremendo golpe recibido. Ian Ritchie, director ejecutivo de la Federación Inglesa de Rugby (RFU), ha manifestado que no se va a tomar ninguna «decisión apresurada». No obstante, todo lo que no sea un relevo en el banquillo que ocupa Stuart Lancaster supondría una sorpresa mayúscula.

Ritchie ha reconocido la «decepción» que ha supuesto este varapalo y ha añadido que, una vez termine el torneo, habrá tiempo para «extraer las lecciones de forma tranquila, transparente, racional y rigurosa». Los de la rosa se despedirán el sábado en Manchester, en el campo del City, ante la humilde Uruguay, en lo que se presume una de las victorias más amargas de la historia.

En el otro lado de la balanza se sitúa Australia, cuyo rendimiento el sábado en Twickenham ha disparado la ilusión entre su parroquia. Todo son alabanzas para Michael Cheika y el trabajo que ha realizado en menos de un año al frente de los Wallabies.

Y cabe destacar las loas a su progresión en la melé, por obra y gracia del técnico argentino Mario Ledesma. Su próximo objetivo será Gales, con el liderato del grupo A en juego.