Nada más conocerse los primeros sondeos a pie de urna, tanto los vencedores, la coalición de centroderecha (Portugal al Frente, PaF) del actual primer ministro Passos Coelho, como los aspirantes del Partido Socialista, han dado por buena la victoria de la derecha. El escrutinio ha confirmado la victoria de la coalición gobernante, pero también que no logra la mayoría absoluta.
Al 95% de escrutinio la coalición del actual primer ministro logra hasta el 37,42% de los votos, mientras el PS le sigue 5 puntos por detrás. El Bloco de Esquerra sería la tercera fuerza en liza con un 9,95% de los votos.
Estos resultados dejan abierto, por tanto, el escenario de cara a formar gobierno. Si bien, la mayoría de expertos y opinadores ven difícil una posible alianza entre el PS y el Bloco de Esquerra para desbancar al actual gobierno.
Las elecciones se han celebrado tras cuatro años en los que el Ejecutivo luso ha trabajado bajo las directrices de la Troika, es por ello que el PS esperaba cosechar unos resultados mejores. Desde el Partido Socialista portugués han confirmado que no lograron los objetivos y que su objetivo era la mayoría en el Parlamento. En nombre de la coalición conservadora, ha sido Marco Antonio Costa, vicepresidente del PSD (Partido Social Demócrata que junto al CSD conforma la coalición PaF) quien ha afirmado que «todas las proyecciones apuntan al hecho inequívoco de que la coalición tuvo una gran victoria en esta noche electoral».