La responsable de acogida e inclusión social de Cruz Roja Gipuzkoa, Kattalin Aranguren, ha explicado que la última vez que el personal de esta organización vio a los tres jóvenes kurdos fue el pasado martes, día 6, por la mañana, cuando estuvieron en sus oficinas del Centro Zarategi, en Donostia.

Sin embargo, ese día ya no volvieron al albergue a comer, ni a cenar, y tampoco durmieron esa noche, ni la siguiente.

«Entendemos que habrán decidido no solicitar asilo, que era lo que en un principio nos habían comunicado, y habrán seguido su camino. No podemos decir mucho más, en estas situaciones a veces suele pasar, no es algo extraordinario», ha manifestado Aranguren.

Ha explicado que los tres jóvenes no estaban retenidos en el albergue de Cruz Roja, que únicamente se ocupaba de prestarles «asistencia humanitaria» y apoyo, en cumplimiento de lo establecido en el Programa Global de Protección Internacional de la Secretaría General de Inmigración y Emigración, que otorga ayudas a las ONG para gestionarlo.

Cruz Roja no descarta que puedan haberse dirigido hacia Gran Bretaña, destino que tenían previsto alcanzar tras salir de su país al contar allí con familiares, aunque no le consta que estos tres hombres dispusieran de dinero. Tampoco les habían transmitido su intención de emprender este viaje.

En esa línea, Aranguren ha apuntado que desde Cruz Roja se les explicó, dentro de la orientación que ofrecen a este tipo de casos sobre la ley de asilo, que «ya la Policía les ha precisado que, en caso de que vayan a Inglaterra o a otro país del espacio Schengen a pedir asilo, serían devueltos aquí». Por ello, se les recomendó que solicitaran el asilo en el Estado español.

«Así lo manifestaron, nos pusimos en contacto con comisaría como hacemos otras veces y ya tenían cita el día 21 para formalizar esa solicitud. La solicitud de protección internacional no estaba formalizada pero en el momento en que ellos expresan el deseo, ya consta y son susceptibles de estar dentro del programa marco de refugio y asilo que en este momento tiene España según la normativa europea» ha precisado.

«Comunicación no sencilla»

Kattalin Aranguren ha señalado que la comunicación con estas tres personas no ha resultado sencilla puesto que «hablan el dialecto orami del kurdo, una lengua complicada». De este modo, ha relatado que «con el primer intérprete kurdo que se encontró no se entendían bien» y por ello Cruz Roja se puso en contacto con la representación del Gobierno Regional del Kurdistan en el Estado español, quien les facilitó un intérprete con el que se llevaron a cabo las primeras citas de orientación «a través del teléfono».

«Nosotros solicitamos que hubiera un intérprete más cerca para que pudiera venir y verles personalmente, nos parecía que era importante para que ellos sintieran mas confianza. Esa cita la teníamos mañana viernes, él se iba a desplazar de otra comunidad y también estaban eso cerrado, pero tendremos que cancelarlo», ha afirmado.

Aranguren ha detallado que no se ha iniciado desde Cruz Roja ningún operativo para encontrarles ya que se trata de «personas adultas que, de forma voluntaria, solicitan asilo y tienen derecho a que les orientemos, que es lo que hemos hecho. Luego ya tienen, en principio, libertad, no están detenidas ni retenidas ni son un colectivo especial que necesite una protección extraordinaria», ha añadido.