NAIZ
EREVAN

El Parlamento armenio debatirá el 10 mayo el reconocimiento de Nagorno Karabakh

El Parlamento de Armenia se reunirá el próximo martes, día 10, en sesión extraordinaria para debatir un proyecto de ley sobre el reconocimiento de la independencia de la autoproclamada república de Nagorno Karabakh (RNK), según han informado medios armenios.

La decisión de convocar la sesión extraordinaria del Legislativo ha sido adoptada en una reunión del Gobierno, en la que se ha aprobado un dictamen del Ministerio de Asuntos Exteriores sobre dicho proyecto de ley que deja abierta la posibilidad de que Armenia reconozca la independencia de la RNK.

«El reconocimiento de la independencia de la RNK depende de la los resultados de las negociaciones entre Armenia y la RNK, tomando en cuenta el ulterior desarrollo (de la situación en la región) y los factores externos», ha dicho el viceministro de Exteriores armenio, Sharvash Kocharian, al presentar el documento.

Azerbaiyán ha advertido de que el reconocimiento por Armenia de la independencia de Nagorno Karabakh supondría el fin del proceso para un arreglo pacífico del conflicto entre ambos países por el control de ese enclave en territorio azerbaiyano.

Para el diputado opositor Zarui Potandzhian, uno de los autores del proyecto de ley, el dictamen del Gobierno supone su visto bueno al proceso de reconocimiento de la independencia de la RNK.

Hasta ahora el Gobierno de Armenia había declarado su rechazo a varias iniciativas para reconocer la independencia del enclave, por considerar que tal decisión dañaría el proceso de negociaciones.

A comienzos de abril pasado, tres días de cruentos combates pusieron fin a más de dos décadas de tensa paz entre armenios y azerbaiyanos y costaron la vida a unas 150 personas en ambos bandos, tras lo cual se adoptó un frágil alto el fuego de cuya violación se acusan a diario Bakú y Ereván.

El conflicto entre los dos países vecinos del Cáucaso Sur se remonta a los tiempos de la antigua Unión Soviética, cuando el territorio azerbaiyano de Nagorno Karabakh, poblado mayoritariamente por armenios, pidió su incorporación a la vecina Armenia, tras lo cual estalló una guerra que causó unos 25.000 muertos.

La contienda terminó entonces con la victoria de las fuerzas armenias, que no solo se hicieron con el control de Nagorno Karabakh, sino que también ocuparon vastos territorios azerbaiyanos, que denominan «franja de seguridad», y que permitió unir el enclave a Armenia.

Azerbaiyán exige que Armenia abandone esos territorios, que conforman cerca del 20% de la superficie total del país.

El presidente azerbaiyano, Ilham Alíev, ha advertido en numerosas ocasiones de que tarde o temprano, mediante negociaciones o por la fuerza, se restablecerá la integridad territorial de su país.