Naiz
Donostia

Los grupos ecologistas de Gipuzkoa alertan sobre los daños de construir el polígono Belartza 2

Los grupos ecologistas de Gipuzkoa han suscrito un manifiesto en el que muestran su rechazo a la construcción del polígono industrial Belartza 2, en la zona de Añorga (Donostia), y reclaman que su biodiversidad sea protegida e incluida en el lindante parque de Unanue como parte de la red de corredores ecológicos.

Una de las zonas que se vería afectada por la construcción de Belartza 2.
Una de las zonas que se vería afectada por la construcción de Belartza 2.

El texto arranca recordando que en 2009 el Ayuntamiento de Donostia y promotores privados «acordaron la ordenación del polígono industrial Belartza 2, un megaproyecto de más de 20 hectáreas (40 estadios de Anoeta) en un entorno natural de alto valor ambiental, una aprobación que se gestó y aprobó de espaldas a la ciudadanía sin que ningún agente social pudiera velar por la protección medioambiental».

El proyecto ha saltado a primera plana al comenzar en las inmediaciones las obras para la construcción de un supermercado, lo que ha derivado en el depósito «irregular» de unos 150.000 metros cúbicos de rocas. «La importancia del enclave desde el punto de vista de la biodiversidad es más que relevante y así fue recogido también en el ‘Informe de sostenibilidad ambiental del PGOU de Donostia’, aprobado en junio de 2010, el cual es vinculante», recuerdan.

Este manifiesto cuenta con un anexo en el que el organismo ornitológico SEO Birdlife certifica un censo de 29 especies diferentes de aves, concretamente en el bosque de Errekatxulo y durante un periodo de observación de dos días.   

La construcción de Belartza 2 supondría la destrucción de ese hábitat natural. Por ello, los grupos ecologistas que firman el manifiesto defienden que «el área debería ser incluida en el Ámbito Natural protegido de Unanue, con el que limita físicamente, pasando a formar así parte de la red local de corredores ecológicos protegidos. El proyecto de Belartza 2 no sólo no ha tenido en cuenta los impactos directos en el lugar, sino que omite deliberadamente los impactos transversales en este ámbito natural ordenado como  Parque Rural y de Ocio patrimonio de todos los donostiarras, de valor incalculable. Una vez más, en las instituciones públicas parece  que prevalece el interés particular sobre el general, el enriquecimiento de unos pocos sobre el patrimonio natural común. Las grandes empresas expolian los recursos naturales y paisajísticos, destruyéndolos de manera irreversible, y lo vienen haciendo  con la complicidad de la administración».

Estos colectivos subrayan que «apostar por la construcción de un nuevo polígono industrial en Donostia es una irresponsabilidad, más cuando existen áreas industriales degradadas por rehabilitar, o explanadas desiertas, como el autoproclamado ‘polígono industrial más grande de Gipuzkoa’, en la misma vega de Zubieta (Eskuzaitzeta), para el que se arrasaron 70 hectáreas de hábitat natural para su urbanización, y que años después sigue sin una sola empresa instalada».