Tres años después el club francés se ha tomado la revancha ante el Wolfsburgo, que entonces venció en Stamford Bridge por 1-0. Hoy, en Reggio Emilia (Italia) y en su quinta final de la competición, el equipo francés ha logrado un éxito que añade a los del 2011 y 2012. Atrás quedan las decepciones del 2010 y el 2013, cuando fue subcampeón.

La victoria ante el Wolfsburgo, que afrontaba su tercera final, las otras dos saldadas con triunfo, suaviza el dominio germano, que en las catorce ediciones anteriores había ganado nueve (cuatro el Fráncfort, dos el Turbine Potsdam, dos el Wolfsburgo y uno el Duisburgo).

Ha sido el Lyon el que más ha buscado la portería rival. Ha encarrilado el partido a los doce minutos, cuando una gran jugada de Pauline Bremer por la derecha ha terminado con un centro aprovechado por la atacante noruega Hegerberg para enviar el balón a la red tras un error de la meta Almuth Schult.

El equipo francés tenía el título en la mano, pero no ha sabido remacharlo. El Wolfsburgo apenas había generado peligro, pero a falta de un minuto, una internada por la izquierda de Tessa Wullaert ha terminado con un balón aéreo que ha rematado de cabeza de Alexandra Popp tras la salida en falso de la meta Sarah Bouhaddi.

El tanto ha llevado al partido a la prórroga y luego a los penaltis, donde la alemanas han marrado dos lanzamientos, por uno las francesas.