En un comunicado, la compañía surcoreana recuerda que tras los últimos incidentes y teniendo en cuenta la seguridad de sus clientes, ha detenido las ventas, los cambios y la producción del dispositivo Galaxy Note 7, una decisión cuyo impacto acaba de trasladar a sus resultados.

De esta manera, Samsung señala que espera obtener un beneficio operativo de 5,2 billones de wones (4.198 millones de euros) en el tercer trimestre del año, frente a los 7,8 billones de wones (6.296 millones de euros) que recogía su última previsión publicado el pasado 7 de octubre.

En consecuencia, la compañía prevé que el beneficio operativo caiga alrededor de un 29% respecto al mismo periodo del año anterior, en contraste con el incremento del 5,5% interanual que esperaba hasta ahora.

Por otro lado, el fabricante surcoreano anticipa que sus ventas sumaron en el tercer trimestre de su ejercicio un total de 47 billones de wones (37.941 millones de euros) en vez de los 49 billones de wones (39.556 millones de euros) que esperaba la semana pasada.

Esta revisión de las previsiones ahonda en la caída ya prevista de las ventas, que pasa del descenso del 5,19% publicado el pasado 7 de octubre a una bajada de en torno al 9%.

Además, Samsung ha continuado con sus pérdidas en la Bolsa de Seúl tras la retirada de su smartphones, aunque ha moderado su retroceso hasta el 0,65% tras llegar a caer casi un 3%.

En la víspera, Samsung se hundió un 8,04 por ciento tras anunciar que congelaba las ventas de estos teléfonos y pedir que no se usaran, al conocerse nuevos casos de combustión de aparatos que la empresa había entregado como reemplazo de los primeros teléfono inteligentes defectuosos, que también se habían incendiado.

Su desplome bursátil fue ayer el mayor desde 2008 y sucede a otras seis oscilaciones diarias mayores al 4% que ha registrado Samsung a lo largo de este año relacionadas con el lanzamiento de su nuevo dispositivo insignia de alta gama y sus problemas posteriores.

Samsung Electronics anunció este martes que había suspendido de forma definitiva la producción y venta del Galaxy Note 7, uno de sus productos estrella, debido a los problemas experimentados por la batería de este dispositivo.

Silencio

Mientras tanto, miembros del consejo de administración del Grupo Samsung, matriz de Samsung Electronics, semantienen en silencio al ser preguntados por la retirada definitiva del mercado del teléfono Galaxy Note 7.

Los ejecutivos se han negado a responder a las preguntas planteadas por medios surcoreanos a la salida de su junta semanal en Seúl apenas un día después de que la empresa anunciara que dejará de fabricar el conflictivo dispositivo, según informó la agencia Yonhap.

No obstante, consejeros de alto rango directamente responsables del caso del Galaxy Note 7, como Shin Jong-kyun o Koh Dong-jin, se han ausentado de la reunión.

Por su parte, el director de la Oficina de Planificación Estratégica, Chang Choong-ki, también se ha negado a comentar si el grupo realizará una remodelación directiva antes de lo previsto debido al problema que ha tenido la empresa con el «smartphone» que estaba llamado a ser su nuevo producto de bandera.

Chung Yoo-sung, el presidente de Samsung SDS, subsidiaria dedicada a servicios de telecomunicaciones, incluso ha dicho a los reporteros que el tema del Galaxy Note 7 no ha sido siquiera mencionado durante la junta.