«Optar por la responsabilidad no significa renunciar a las convicciones». Como si estuviese en un diván de psicoanalista, Antonio Hernando, portavoz del PSOE, se ha presentado ante el Congreso español para defender que su partido sigue siendo la cabeza de la oposición. Ha defendido entregar el Gobierno al PP por interés de Estado mientras reiteraba «seguimos siendo socialistas». El antiguo «número dos» de Pedro Sánchez ha asumido el papelón de decir lo contrario que plantaba hace dos días y representar a un partido completamente fracturado. Tanto es así que diputados como Pedro Sánchez o Margarita Robles ni siquiera han aplaudido.

Siguiendo el guión, Hernando ha dedicado casi el mismo tiempo a criticar al PP que a cuestionar a Unidos Podemos. «Liderar la oposición es más que ponerse detrás de una pancarta», ha afirmado, aferrándose al argumento de que fue Pablo Iglesias el que impidió un Ejecutivo del PSOE cuando rechazó la candidatura de Pedro Sánchez.

«Los socialistas estamos para cumplir con un deber: que acabe el tiempo de la política de los partidos y empiece el tiempo de la política de los ciudadanos. Los socialistas somos los responsables de poner fin a este bloqueo y parálisis, y lo hacemos por coherencia: siempre que España y la democracia nos ha necesitado, los socialistas hemos estado ahí», ha argumentado Hernando, que ha tenido que tirar de historia para reivindicar los 137 años de bagaje del partido fundado por Pablo Iglesias.

«Usted no nos gusta como presidente del gobierno, pero sí nos gusta este país», ha asegurado.

Uno de los razonamientos esgrimidos por Hernando es que el tiempo «les dará la razón». Para apoyarlo, ha recordado, casi con orgullo, algunas de las principales renuncias políticas del PSOE desde los años 70. Desde el abandono del marxismo hasta el apoyo a entrar en la OTAN. 

«Si estamos aquí es porque Podemos sumó sus votos contra la andadura de un presidente socialista eso no se va a borrar, eso no lo van a olvidar los ciudadanos durante muchísimos años», ha afirmado el parlamentario del PSOE. Triste consuelo para un portavoz que sabe que lo que quedará en la retina es la abstención que permitirá que Rajoy sea presidente.

Rajoy: «tenemos más en común que con los independentistas»

En sus réplicas, el presidente español se ha mostrado cauto aunque insistiendo en el mensaje de ayer: la estabilidad no es solo garantizar el acceso a La Moncloa sino también la gobernabilidad. Además, ha insistido en su discurso de que PP y PSOE tienen más cosas en común que «con los independentistas». No es hombre de sorpresas el presidente en funciones, así que ha insistido en las coincidencias de siempre: «unidad de España», modelo europeo y «lucha antiterrorista».

Mientras Hernando le reiteraba que el PSOE seguirá siendo «oposición», Rajoy trataba de atraerle a su terreno. Prometió que suprimirá las reválidas hasta que haya un pacto educativo, quizás un gesto para que Ferraz pueda vender mejor su abstención un día después de una huelga a nivel estatal, pero fijó un límite: no excederse en los gastos que marca Bruselas. Vamos, seguir con el corsé de recortes impuesto por Europa que obligará a reducir las cuentas en 5.500 millones.