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El Parlamento turco da luz verde a la reforma constitucional, que será sometida a referéndum

El Parlamento turco ha dado luz verde a la controvertida reforma constitucional que abre la puerta a cambiar el sistema parlamentario por uno de presidencia ejecutiva, lo que aumentaría los poderes del presidente, Recep Tayyip Erdogan. La resolución será ahora enviada al mandatario, que ya ha anunciado que la firmará para convocar cuanto antes un referéndum, previsiblemente para abril.

Diputados aplauden a Binali Yildirim, primer ministro turco. (Adem ALTAN/AFP)
Diputados aplauden a Binali Yildirim, primer ministro turco. (Adem ALTAN/AFP)

El proceso parlamentario arrancó el 10 de enero y los 18 artículos de la reforma constitucional turca se han votado en dos ciclos de debates, que han acabado la pasada madrugada con el voto final sobre el paquete entero.

La propuesta ha obtenido 339 votos a favor, nueve más del límite de tres quintos (330 de 550 escaños) necesario para poder llevar a referéndum una reforma constitucional, pero lejos de los dos tercios (367 votos) exigidos para aprobarla directamente en la Cámara.

El partido Justicia y Desarrollo (AKP), en el Gobierno desde 2002, que impulsó la reforma, tiene solo 317 escaños, pero ha recibido el respaldo de parte de los 39 diputados del Movimiento de Acción Nacionalista (MHP), el menor partido del hemiciclo.

Mientras, las otras dos formaciones, el socialdemócrata Partido Republicano del Pueblo (CHP), y el izquierdista Partido Democrático de los Pueblos (HDP), se han opuesto de forma tajante a la iniciativa.

El primer ministro turco, Binali Yildirim, ha dado la enhorabuena a los diputados por aprobar la reforma constitucional y ha destacado que el pueblo turco tendrá la última palabra.

«Hemos hecho nuestro trabajo. Ahora trasladamos el asunto al verdadero dueño, nuestro pueblo», ha afirmado. «El voto del pueblo será el más preciso», ha subrayado el primer ministro.

La propuesta ha elevado al máximo las tensiones en el Parlamento turco, con varias sesiones maratonianas que a menudo han acabado a altas horas de la madrugada y que en varios casos se han visto interrumpidas por peleas a puñetazos.

La trifulca más grave, que incluso obligó a hospitalizar a una diputada, tuvo lugar el jueves entre varias mujeres integrantes de la Cámara, cuando una diputada opositora se encadenó al micrófono para así bloquear los debates.

Referéndum

La resolución será ahora enviada al presidente, Recep Tayyip Erdogan, que ya ha anunciado que la firmará para convocar el referéndum cuanto antes, si bien dispone de un margen de 15 días para hacerlo.

La ley prevé que la consulta tenga lugar el primero domingo tras un plazo de 60 días desde la publicación del texto en el Boletín Oficial del Estado, por lo que podría caer en el último domingo de marzo o más probablemente en las primeras semanas de abril.

De hecho, Erdogan es el primer beneficiado de esta modificación constitucional, que ha impulsado desde que llegó al cargo de presidente en 2014 y que, según ha declarado, debe «acabar con la bicefalia» actual del Estado, en la que tanto él mismo como el primer ministro, Binali Yildirim, actúan como dirigentes políticos.

La Constitución actual otorga el poder ejecutivo al primer ministro, mientras que reserva un rol apenas ceremonial al jefe de Estado, hasta 2014 elegido por la Cámara y obligado a estar equidistante de todos los partidos, sin poder afiliarse a ninguno.

Pero al ser el primer presidente elegido en las urnas, Erdogan considera que tiene una legitimidad popular distinta y que para evitar posibles fricciones con el primer ministro, se impone eliminar este cargo y convertir al jefe de Estado en cabeza del Ejecutivo.

La reforma prevé también que el presidente pueda ser miembro de un partido y amplía de 550 a 600 los escaños del hemiciclo.

El jefe del CHP, Kemal Kiliçdaroglu, ha dicho que es una «catástrofe» que una sola persona acumule tanto poder, ha acusado a la Cámara de haber «entregado su poder al Palacio (presidencial)» y ha considerado que el día de hoy es «la fecha en la que el Parlamento se ha traicionado a sí mismo».

En todo caso, se ha mostrado confiado en que «el pueblo corregirá este error», aunque los diversos sondeos publicados no permiten prever el resultado del referéndum.

Si en 2015, más de dos tercios de la población tenían una idea desfavorable de una reforma de este tipo, los sondeos de los últimos meses hacen pensar en una votación muy ajustada.