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PARÍS

Macron define sus «líneas rojas» sobre Siria en un diálogo «franco» con Putin

El presidente francés, Emmanuel Macron, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, se han comprometido a mejorar las tensas relaciones entre sus países, pese a reconocer sus desacuerdos durante un encuentro en el palacio de Versalles que el inquilino del Elíseo ha calificado de «extremadamente franco». Macron ha marcado como «línea roja» en Siria el uso de armas químicas.

El presidente ruso, Vladimir Putin, junto a su homólogo francés, Emmanuel Macron. (Etienne LAURENT/AFP)
El presidente ruso, Vladimir Putin, junto a su homólogo francés, Emmanuel Macron. (Etienne LAURENT/AFP)

El nuevo mandatario francés ha escogido el Palacio de Versalles para recibir al primer jefe de Estado que visita su país desde que asumió el cargo hace solo dos semanas.

Pese a los asuntos que los separan, la reunión de este lunes ha supuesto un reinicio de las relaciones franco-rusas, que quedaron congeladas durante el mandato de François Hollande.

Para Macron, hablar con Moscú es obligado a la hora de abordar los principales contenciosos mundiales. Pero, a tenor de la rueda de prensa que ofrecieron tras su encuentro, el diálogo no estará exento de tensiones.

El conflicto sirio y la situación en Ucrania han centrado las conversaciones entre los dos líderes, que se han mostrado dispuestos a trabajar juntos en la «lucha contra el terrorismo».

Macron ha fijado desde el primer momento una «línea roja» sobre Siria: el uso de armas químicas por cualquiera de las partes.

Si ello sucede, «sería objeto de represalias y de una respuesta inmediata por parte de Francia», ha sentenciado el francés.

Al mismo tiempo, el objetivo de París será vigilar que «todos los accesos humanitarios sean preservados».

Putin se ha limitado a insistir en que su interés es que ambos países «cooperen contra el terrorismo» en Siria y ha repetido que Macron conoce bien que la postura rusa es que no se puede luchar contra la «amenaza yihadista» destruyendo el Estado.

Al respecto de Ucrania, Macron ha abogado por una «desescalada de la violencia», para lo que se convocará un nuevo encuentro en el llamado formato Normandía (que agrupa a Rusia, Alemania, Ucrania y el Estado francés) próximamente en el que se presente un informe detallado de la OSCE.

De forma progresiva, el presidente francés ha comenzado a abordar temas como la situación de los homosexuales en Chechenia, sobre la que será «extremadamente vigilante».

En Versalles la tensión ha ido a más cuando los periodistas han preguntado a ambos líderes sobre la visita de la candidata ultraderechista Marine Le Pen a Moscú en plena campaña electoral.

Putin ha defendido la reunión que mantuvo con Le Pen y ha admitido que las ideas de esta sobre la identidad europea «no están desprovistas de fundamento».

«Si Le Pen nos pidió ser recibida, por qué no íbamos a hacerlo, tanto más cuando ella misma siempre ha trabajado por las relaciones entre nuestros países. Eso no quiere decir que hayamos intentado influir en el resultado de las elecciones», ha argumentado.

Pero la temperatura en el palacio versallesco ha alcanzado el máximo a preguntas de una periodista rusa sobre el veto que Macron impuso en su campaña electoral a dos medios rusos.

«‘Russia Today’ y ‘Sputnik’ difundieron falsedades sobre mi persona y mi campaña. Así que consideré que no debían tener acceso a mi cuartel general. Es grave que medios extranjeros hayan interferido difundiendo falsedades. Esos dos no se comportaron como órganos de prensa, sino de propaganda mentirosa», ha apuntado Macron.