Naiz
Madrid

El Congreso español da su visto bueno al acuerdo comercial con Canadá (CETA)

El pleno del Congreso de los Diputados ha ratificado este jueves el Tratado comercial UE-Canadá (conocido como CETA), con los votos a favor de PP, Ciudadanos, PNV, PDeCAT, Coalición Canaria, Foro Asturias y UPN (179) frente a 79 en contra –Unidos Podemos, Compromís, EH Bildu, ERC y Nueva Canarias– y 81 abstenciones del PSOE.

Reparto de información contra el CETA y el TTIP, en una imagen de archivo. (Juanan RUIZ / ARGAZKI PRESS)
Reparto de información contra el CETA y el TTIP, en una imagen de archivo. (Juanan RUIZ / ARGAZKI PRESS)

El texto, que ahora debe pasar el visto bueno del Senado, donde el PP tiene mayoría absoluta, ha salido adelante en la Cámara Baja pese a que el PSOE decidió cambiar el voto favorable que había mantenido hasta hace poco por la abstención.

Ha sido la vicepresidenta del Gobierno la encargada de defender el CETA, y durante su intervención, Soraya Sáenz de Santamaría ha señalado que «no caben excusas» para no apoyar el tratado y ha acusado al PSOE de hacerse oposición a sí mismo.

«No se puede ser equidistante entre más Europa o más populismo, entre más Europa o más Marine Le Pen o más Pablo Iglesias», ha dicho Sáenz de Santamaría, quien también ha advertido de que «no hay nada menos progresista que votar contra el progreso y no hay nada más antieuropeísta que votar contra la propia Europa».

Cuando le ha llegado el turno, el PSOE ha justificado su abstención como un «toque de atención» a la UE ante el «nuevo marco» que se está abriendo y en el que, ha dicho el diputado Pere Joan Pons, es necesario «revisar los tratados» con el objetivo de buscar un comercio internacional más justo. Ha defendido que el CETA es un tratado «mejorable» y que el PSOE  defiende un libre comercio que «abra fronteras» pero «garantice derechos al mismo tiempo».

Desde Podemos, Pablo Bustinduy ha agradecido al PSOE su cambio de posición pero ha insistido en que la abstención es insuficiente y ha reclamado colaboración para parar un tratado que, ha dicho, amenaza derechos económicos, medioambientales y ciudadanos.

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ha advertido de que quienes se oponen al tratado «no confían» en las empresas y productos españoles y «temen que los consumidores tengan más oferta».

ERC ha votado en contra del CETA, un tratado que según la diputada Ana Surra ataca la soberanía de los ciudadanos europeos, que «se vende al mejor postor» y supone una «capitulación» a los intereses de las grandes empresas.

Desde el PNV, su portavoz Aitor Esteban ha defendido el apoyo al CETA y ha rechazado los «tópicos» contra este tratado, sobre todo aquellos que dicen que favorece a las multinacionales, cuando no va dirigido a esas grandes empresas, sino a las Pymes.

Ha coincidido con él el portavoz de PdeCat, Carles Campuzano, quien ha señalado que el CETA es una «magnífica oportunidad» para las pequeñas y medianas empresas, y en especial para Catalunya, «un país abierto a las exportaciones».

Oskar Matute, de EH Bildu, considera que es un acuerdo «nocivo» para la UE y ha alertado de que cualquier parlamento debería oponerse a que se recortara la soberanía de los ciudadanos.