Beñat Zaldua analiza hoy en un análisis titulado ‘Catalunya, un Estado de facto’ la gestión realizada por las autoridades catalanas tras los ataques de Barcelona y Cambrils para concluir que se ha proyectado como un Estado solvente. La misma tesis se defiende en una crónica publicada por el diario ‘The Wall Street Journal’ y de la que se hacen eco numerosos medios catalanes.
La crónica firmada por Donato Paolo Mancini y Marina Force afirma que la investigación tras los ataques de Barcelona y Cambrils «han otorgado al Gobierno catalán la ocasión de demostrar su argumento de que puede gobernar independientemente de Madrid». Subraya el protagonismo de Carles Puigdemont en la gestión, al tiempo que recuerda que es el principal promotor del referéndum del 1 de octubre.
El diario norteamericano se fija, también, en los editoriales de ‘El País’ y ‘El Mundo’ contra el proceso soberanista y la respuesta de Puigdemont que tildaba de «miserable» poner en duda «el compromiso de las autoridades catalanas contra el terrorismo». Recuerda, también, otro momento ocurrido el pasado sábado, cuando el ministro de Interior español dio por desarticulado el grupo atacante y cómo poco después el conseller catalán de Interior tuvo que contradecirle al afimar que el grupo estaría desarticulado cuando todos los sospechosos fueran detenidos.
El papel de Raul Romeva también se destaca en la crónica donde se afirma que autoridades extranjeras francesas y alemanas fueron recibidas por este, «que se presenta como el ministro de exteriores de la región».
La crónica finaliza recabando varias opiniones sobre el impacto que tendrán los ataques en el referéndum del 1 de octubre. Lorenzo Vidino, de la George Washington University, afirma que podría variar, que podría darse un aumento del sentimiento español tras los ataques o que podría ocurrir lo contrario, que la gente podría pensar que «Ya somos un Estado, tenemos una policía que funciona».