Al recriminarle la víctima su comportamiento, el inculpado, de 32 años, adoptó una actitud «chulesca», se enfrentó a ella y la sujetó «fuertemente» por el brazo izquierdo, lo que le causó un fuerte dolor del que sanó a los cuatro días, según la sentencia. Por estos hechos, el encausado ha sido condenado por un delito leve de lesiones a una multa de 240 euros.

Con anterioridad a la celebración del juicio, el procesado había depositado 900 euros en el juzgado para satisfacer la eventual responsabilidad civil, por lo que en la resolución judicial se le ha aplicado la atenuante de reparación del daño.

En la sentencia, que puede ser recurrida ante la Audiencia de Nafarroa, la magistrada ha fijado una indemnización para la víctima de 500 euros por el daño moral y 140 euros por las lesiones.

La juzgadora considera acreditados los tocamientos por la declaración de la denunciante, cuyo testimonio «resultó verosímil, dado que dio un relato de hechos cronológicamente razonable».
Además, según la sentencia, resulta acorde con la dinámica de lo sucedido en el interior del bar el hecho de que la mujer saliera a llamar a la policía y, en tercer lugar, abunda la magistrada, la descripción del agarrón y el zarandeo que le propinó el acusado es «compatible» con los informes médicos.

«No hay duda, ni se discute, por tanto, que efectivamente la denunciante fue objeto de tocamientos, y la prueba practicada lleva a la conclusión de que el acusado fue el autor de los mismos», zanja la juez.