Naiz
Sestao

Un armador intenta llevarse un barco que se construye en La Naval

El armador del cablero ‘Living Stone’, que se está construyendo en La Naval de Sestao, empresa en preconcurso de acreedores, ha intentado llevarse el barco esta noche, lo que ha sido advertido por los vigilantes del astillero.

El buque ‘Living Stone’, de color verde, la pasada semana en el muelle de La Naval. (Luis JAUREGIALTZO / ARGAZKI PRESS)
El buque ‘Living Stone’, de color verde, la pasada semana en el muelle de La Naval. (Luis JAUREGIALTZO / ARGAZKI PRESS)

El barco, que el astillero vizcaino construye para la compañía holandesa Tideway, fue botado el pasado año y todavía necesita de seis o siete meses para su conclusión.

Según han denunciado desde el comité de empresa, sobre las doce de la noche los vigilantes del astillero advirtieron la presencia en el buque de un grupo de personas que estaban cortando la escala y los cables que sujetan el barco.

Los vigilantes alertaron al comité de empresa, que llamó al director, al jefe de personal y a la Ertzaintza, y unos quince minutos después se personaron en el astillero miembros del comité junto a un grupo de trabajadores, así como la Policía autonómica.

Las mismas fuentes han señalado que al llegar al lugar en el que está el cablero se encontraron con seis tripulantes en el barco, el armador del buque en el muelle y solo «faltaba soltar un cable» para que se lo llevaran.

La Ertzaintza ordenó a los tripulantes que se encontraban a bordo del cablero parar y bajar del barco, para lo que se tuvo que utilizar una grúa, y ha abierto diligencias por lo sucedido.

El comité de empresa ha señalado que desde ayer se encuentran en Zierbena dos remolcadores de bandera belga «con propósito de llevarse un barco».

La dirección de La Naval ya había propuesto al comité terminar el barco fuera del astillero a cambio de abonar los salarios de la plantilla hasta finales de diciembre y complementar la prestación de desempleo hasta el 100% durante el ERE de suspensión temporal que se ha planteado.

El comité denuncia el peligro de la acción

En un comunicado, el comité de La Naval ha denunciado el intento del armador de llevarse el buque «sin tener la autorización, ni poner en conocimiento a la dirección del astillero de sus intenciones», y ha subrayado que se trata de «un hecho gravísimo» que «ha puesto en serio peligro la seguridad y salud de los trabajadores del astillero vasco, así como el tráfico marino de la ría».

El barco, que todavía se encuentra en proceso de construcción y por tanto «no está todavía entregado, ni cobrado», ha sufrido «numerosos daños durante el suceso».

Para los responsables sindicales, el armador, además de «poner en serio peligro la seguridad tanto de los trabajadores que ha llevado la compañía holandesa como la de los trabajadores del astillero, podría estar contribuyendo a un empeoramiento económico de La Naval», y, por ese motivo, han advertido que, «al igual que lo hará la dirección del astillero, estudiarán la posibilidad de demandar al armador por los posibles daños causados».

El comité de empresa cree que «la disparatada decisión del armador holandés podría deberse al temor a que el concurso de acreedores al que la empresa se dirige pueda inmovilizar el buque», y «dado que aún le quedan unos seis meses de trabajo para estar terminado, lo más probable es que su intención fuera llevárselo para terminarlo en otra parte».