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MADRID

El juez Llarena mantiene en prisión a Junqueras, Forn y a los Jordis, y fija fianzas para el resto

El juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena ha acordado mantener en prisión a Oriol Junqueras y a Joaquim Forn, así como a los presidentes de la ANC y Òmnium, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, mientras que ha decretado libertad bajo fianza de 100.000 euros para los otros seis consellers. Las entidades soberanistas han hecho efectivo el pago; Dolors Bassa y Meritxell Borràs han salido de Alcalá-Meco y, horas más tarde, Raül Romeva, Carles Mundó, Jordi Turull y Josep Rull han abandonado la cárcel de Estremera.

Romeva, Mundó, Turull y Rull, a su salida de la cárcel de Estremera. (Pierre-Philippe MARCOU/AFP)
Romeva, Mundó, Turull y Rull, a su salida de la cárcel de Estremera. (Pierre-Philippe MARCOU/AFP)

El juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena ha decidido dejar en prisión al vicepresident de la Generalitat, Oriol Junqueras, al conseller de Interior, Joaquin Forn, y a los líderes de ANC y Òmnium Cultural, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, y fijar fianzas de 100.000 euros para cada uno de los otros seis consellers: Raül Romeva, Carles Mundó, Dolors Bassa, Meritxell Borràs, Jordi Rull y Josep Turull. La Fiscalía, que pidió mantener en prisión a todos, no recurrirá la decisión.

Los miembros del Govern y los líderes de las entidades soberanistas comparecieron el pasado viernes ante el magistrado Llarena, quien tras tomarles declaración pospuso su decisión hasta esta mañana.

El juez considera que no hay riesgo de fuga en ninguno de los imputados, pero sí aprecia riesgo de «reiteración delictiva» en el caso de Junqueras, Forn, Sànchez y Cuixart.

Todos «los investigados ofrecen el riesgo de reincidir en la perpetración de los hechos con igual probabilidad» pero «no puede decirse lo mismo respecto a la lesividad que puede acompañar a la reiteración de sus aportaciones», argumenta.

A su juicio, «sus aportaciones están directamente vinculadas a una explosión violenta que, de reiterarse, no deja margen de corrección o de satisfacción a quienes se vean alcanzados por ella».

Como «actuaciones violentas» cita el «asedio» por miles de personas a una comisión judicial que registraba la Conselleria catalana de Economía en Barcelona durante la operación de la Guardia Civil del 20 de setiembre.

«El riesgo de reiteración de sus conductas impone a este instructor un mayor grado de rigor y cautela, a la hora de conjugar el derecho a la libertad de los investigados y el derecho de la comunidad de poder desarrollar su actividad cotidiana en un contexto despojado de cualquier riesgo previsible de soportar comportamientos que lesionen de manera irreparable, no solo su convivencia social o familiar, así como el libre desarrollo económico y laboral, sino la propia integridad física», expone el magistrado.

Para Llarena, en Junqueras, Forn, Sánchez y Cuixart el riesgo de reiteración delictiva «refleja la probabilidad de que puedan reproducirse actos con graves, inmediatas e irreparables consecuencias para la comunidad».

«Ese es el punto que singulariza una diferente cautela para cada uno de los investigados, con fijación de fianza para unos y prisión incondicional para otros, por más que todos ellos expresen su voluntad de conducirse de futuro por el cauce legal», afirma.

El «peligro» de reiteración delictiva, según el juez, no desaparece con la formal afirmación de que abandonan su estrategia de actuación y con la determinación judicial de evaluar su situación personal si sus afirmaciones resultan mendaces, «sino que exige constatar que la posibilidad de nuevos ataques haya efectivamente desaparecido, o que paulatinamente se vaya confirmando que el cambio de voluntad es verdadero y real».

En libertad por la tarde

El juez les ha impuesto comparecencias semanales en el TSJ de Catalunya o en el juzgado o tribunal de su conveniencia, la prohibición de abandonar el Estado español y la retirada del pasaporte.

La ANC y Òmnium han hecho efectivo el pago de los 600.000 euros antes de las 13.00, con dinero procedente de la caja de solidaridad que pusieron en marcha ambas entidades en verano y que ha recaudado desde entonces 4,7 millones de euros, según ha anunciado el tesorero de la ANC, Marcel Padrós.

Dolors Bassa y Meritxell Borràs han sido las primeras en quedar en libertad, poco antes de las 16.00, desde la prisión de Alcalá-Meco.

Alrededor de las 18.30, los consellers Raül Romeva, Carles Mundó, Josep Rull y Jordi Turull han abandonado la prisión de Estremera.

Los consellers estaban en prisión provisional desde el 2 de noviembre y los Jordis desde el 16 de octubre.

Concentraciones ante los ayuntamientos

A las 20.00, la ANC y Òmnium han celebrado concentraciones a las puertas de los ayuntamientos catalanes para mostrar su júbilo por los consellers liberados y contra la decisión de mantener en prisión «como rehenes» a Junqueras, Forn, Sànchez y Cuixart.

En la plaza Sant Jaume de Barcelona se han concentrado miles de personas con lazos amarillos, carteles con el lema «Libertad presos políticos» y gritos de «libertad» o «nuestro presidente, Puigdemont».

En la concentración de la capital han estado presentes caras visibles del soberanismo, como Xavier Trias (PDeCAT), Alfred Bosch (ERC), Joan Josep Nuet y Jaume Asens (comunes) o Bel Olid (CUP), además de los vicepresidentes de la ANC y Òmnium, Agustí Alcoberro y Marcel Mauri, que han tomado la palabra para reclamar la libertad de los presos.

Alcoberro ha llamado a mantener la movilización y ha augurado un proceso judicial que buscará «destruir a toda la gente que hizo posible el gran referéndum del 1 de octubre y la posterior proclamación de la república».

Por su parte, Mauri ha llamado a «convertir la tristeza en energía» para que el 21 de diciembre se llenen las urnas de «votos de libertad».

En este sentido, Alcoberro ha sostenido que una mayoría independentista más amplia que la actual ayudará a presionar para conseguir la excarcelación de Junqueras, Forn, Sànchez y Cuixart.