GOTZON URIBE
MUSICA

Will Stratton

"Rosewood Almanac” es el título del nuevo disco del cantante Will Stratton, una obra mágica y frágil, una combinación hipnótica de voz bellísima y exquisita imaginería lírica. Stratton rinde homenaje a su guitarra, con la que traza magníficas melodías. Con una instrumentación suave y delicada centrada en su guitarra acústica, el estadounidense sigue la senda abierta por jóvenes compositores como Holly Macve, Sumie o Marissa Nadler. Su canciones podrían estar cerca de otros artistas referenciales como Elliott Smith, Nick Drake o Justin Vernon.

Nacido en California en 1987, el compositor y arreglista toma su apellido de su abuelo George, un predicador metodista ambulante de Kentucky que realizaba sus rutas a caballo ofreciendo sus servicios en una ciudad diferente cada día de la semana. Su abuela materna Louise, a la que Will llamaba «Honey», le compró un piano cuando tenía cuatro años y le inculcó su amor por la música. A Will nunca le interesó la religión como tal y la música ocupó su lugar desde el principio.

Criado en New Jersey, comenzó a escribir canciones y a grabarlas mientras asistía a la escuela secundaria. Después estudió filosofía y composición musical. Actualmente, Stratton lleva seis álbumes publicados; el quinto, “Gray Lodge Wisdom” (2014), fue compuesto durante la época en la que se sometió a quimioterapia en un año de cirugías y otros tratamientos derivados de un diagnóstico de cáncer testicular que le fue detectado en 2012.

Influenciado por Nick Drake, su estilo fluido y hermoso le acercó a escuchar a artistas del folk británico como Sandy Denny, Richard Thompson o Bert Jansch. Pero la carrera académica de Stratton le condujo también a la música de cámara y a descubrir a minimalistas como Steve Reich y Terry Riley, quienes igualmente influyeron en su sonido complejo y directo. Su gusto por la composición asoma cuando habla de cómo una afinación específica de la guitarra puede influir en la escritura de una canción, al igual que la forma de configurar las estrofas y la métrica puede dictar lo que se termina contando a través de las letras de las canciones.

Al igual que Leonard Cohen o Hank Williams ponían especial atención en mostrar al oyente el verdadero significado de lo que querían transmitir con cada sonido que tocaban, Strattton se ha centrado más que nunca en el canto y en la escritura de las letras. Textos de cariz político, imaginario y personal se van cruzando en esas diez canciones que alcanzan los 34 minutos de duración. “Rosewood Almanac” es un álbum intenso, de reconocible belleza que va transitando en cada escucha sin esfuerzo y está cargado de un gran equilibrio emocional.

CD AIPAGARRIA

Joan Shelley

“Joan Shelley” • No Quarter, 2017 •&flexSpace;Folk

Cuarto álbum de Joan Shelley con un compendio de hermosas canciones refugiadas en la calidez de su voz y sus guitarras. El disco ha sido producido por Jeff Tweedy, líder de Wilco, y se encarga de mantener el foco de la producción en su bella voz. Se puede definir como folk de dormitorio, arraigado en la tradición de la canción folk británica de los años 70 y 80. Es suave, cálido y romántico, sus composiciones son calmadas y Nick Drake y Joni Mitchell aparecen en su imaginario como primeras referencias. Otras de las influencias que aparecen bien podrían ser el folk más familiar, los ambientes que encontramos en los discos de Will Oldham y la elegancia de Fairport Convention.