TERESA MOLERES
SORBURUA

Un baserri en Zubieta

Las borrajas, tomates, perejil y albahaca que hoy hemos cocinado y comido estaban apenas hace unas horas en la huerta de Arantza en Zubieta (Donostia), de donde las hemos recogido. Si las hubiéramos comprado en el mercado del barrio estarían igual de frescas, aunque de esa manera nos hubiéramos perdido la visita a su caserío. La familia de Arantza cultiva al sol directamente o en invernadero todas las verduras que luego venden, y lo hace sin nutrientes artificiales ni insecticidas. A los depredadores que atacan las verduras se les mantiene a raya con control biológico y feromonas sexuales agrícolas. En sus invernaderos vemos hileras de pimientos, tomates, calabacines, vainas y pepinos preciosos que todavía mantienen sus flores, protegidos de las inclemencias y con riego por goteo. Al aire libre están las lechugas, las acelgas, las borrajas, las berenjenas y los rabanitos, con sus brillantes colores verdes al sol... y, al fondo, el monte Andatza, que aparece entre brumas como en un dibujo japonés.

Arantza tiene interés en cultivar especies de origen asiático como jengibre (Zingiber officinale) y cúrcuma (Curcuma longa) por su uso culinario y también por su valor medicinal. Aquí van algunas ideas para su cultivo, bien en la huerta o más fácilmente en macetas, para protegerlos de las bajas temperaturas nunca menores de 10 grados: al escoger los rizomas, hay que evitar que tengan arrugas, tampoco deben de estar blandos y no tienen que tener moho. En el caso del jengibre, debe tener algún brote verde; pero si le falta ese brote, para estimular a la planta, lo dejaremos en agua a temperatura ambiente durante una noche. El tiesto, de unos 40 cm de profundidad, lleva una parte de humus por tres de tierra aireada y con buen drenaje. Los rizomas se plantan horizontales a 5 cm de profundidad con los brotes despuntando en la superficie. La tierra de los tiestos debe estar siempre húmeda, a temperatura de alrededor de 20 grados y sin sol directo. Luego habrá que esperar de ocho a diez meses para recolectar los nuevos rizomas. La planta cúrcuma tiene valor ornamental por sus maravillosas flores amarillas y rosas.

Muy cerca de los cultivos estará ubicada la incineradora que nos quieren imponer en Zubieta. La pregunta obligada es: ¿Las miasmas y cenizas lanzadas al aire afectarán a estas espléndidas huertas?