Joseba VIVANCO
Fútbol internacional

La culpa, del de siempre

Van Gaal responsabiliza a sus jugadores del 3-0 ante el Arsenal, el Liverpool despide a su técnico y «Mou» reta a quien quiera echarle.

«Si tuviera que culpar a una persona, sería a los jugadores». Lo dijo Theo Foley, un entrenador irlandés de los años ochenta, pero perfectamente las palabras podrían haber salido de boca de Louis Van Gaal. «Cuando entras en el campo como hicimos nosotros no se gana. Perdimos todos los duelos individuales y todos los rechaces. Fue el peor partido desde que llegué, no conseguimos jugar con normalidad. Nunca había visto tan mal a mi equipo y no conseguí cambiar nada durante el partido. Si fuera sólo cuestión de un jugador lo habría cambiado, pero más de la mitad del equipo no hizo lo que habíamos preparado. No esperaba que después de cuatro victorias pudiéramos dar esta imagen», se soltó el holandés después de que su United saliera trasquilado en su visita al Emirates, 3-0, y es que a los siete minutos de partido ya había encajado dos goles.

La mayor paliza que los Gunners infligen a los Red Devils desde 1998. El Arsenal, aupado en un excelso Santi Cazorla y dos tantos de Alexis Sánchez, lo bordó o como lo resumían en la web La media inglesa, «el único conjunto del mundo que puede parecer un equipo de casados un martes y la reencarnación del Brasil del 70 el domingo». Al frente del equipo, un Arsene Wenger que acaba de cumplir 19 años sentado en el mismo banquillo, casi los mismos meses, 18, que ha durado Brendan Rodgers en el del Liverpool.

Los Reds empataron en un mal derbi de la ciudad ante el Everton, y tras el pitido, un mandamás del club llamó por teléfono al entrenador para comunicarle su despido. Eso sí, con un finiquito de diez millones de euros. Minutos después, el hincha del Liverpool que prometió no volver a tuitear hasta que echaran a Rodgers, retomó su actividad cinco meses después de su silencio. Puede que el técnico sacrificado tuviera parte de culpa en la errática marcha del equipo, pero no es menos cierto que desde que el Liverpool de Rafa Benítez acariciara el título de Premier en la temporada 2008-09, los de Anfield han sobrevivido en la más absoluta mediocridad: 7º, 6º, 8º, 7º, 6º, con la salvedad de la temporada 2013-14 y aquel inoportuno resbalón de Steven Gerrard. Vamos, que lo del Liverpool es un continuo resbalón, sobre todo porque su vitrina de trofeos nada tiene que ver con su potencial actual y no solo sobre el césped, sino en el talonario, muy alejadas sus cifras de las del City, United, Arsenal o Chelsea. Ahora, un nombre suena en todas las quinielas –hasta el ‘‘Bild’’ lo da por fijo y eso son palabras mayores–, Jurgen Klopp, pero que nadie espere milagros.

Repóker de Agüero, dos de Ibra

El Liverpool es décimo, aunque peor está el Chelsea, décimosexto. Los Blues no empezaban tan mal en liga desde la temporada 1978-79 y entonces terminaron últimos y descendieron a Segunda. Así que de hablar del título, nada de nada; sólo un equipo lo ganó con un arranque igual o peor que éste del Chelsea: fue el Sunderland... hace 102 años. Tras caer 1-3 en Stamford Brigde ante el Southampton, José Mourinho se puso delante de las cámaras y retó a quien le quisiera oir: «Si me echan, estarán echando al mejor entrenador que ha tenido nunca este club». Publica el ‘‘Mirror’’ que 40 millones de finiquito tienen la culpa. Roman Abramovich, el dueño, ha salido a apoyarle. Y es que los únicos que pueden ‘cargarse’ al técnico luso son sus jugadores, esos que es evidente ya no le siguen a muerte y algunos de ellos, otrora piezas clave, han perdido la confianza en él. Es lo que le ocurre siempre a ‘Mou’.

El nuevo líder es el City, que perdía 0-1 al descanso. El joven talento de las ‘urracas’ Aleksandar Mitrovic fue el fichaje más caro del Anderlecht y de ahí, a sus 20 años, fichó este curso por el Newcastle. Antes del encuentro dijo que «los goles son como las drogas» y dicho y hecho, marcó. Lo que nadie imaginaba en el Etihad Stadium es que el ‘chute’ se lo iba a pegar el Kun Agüero, que se sacó de la chistera cinco goles con solo nueve contactos con el balón, un repóker en 20 minutos y mosqueo del argentino cuando su técnico Manuel Pellegrini le cambió a falta de media hora.

City, Arsenal, United y por detrás las sorprendentes ‘Águilas’ del Crystal Palace. Sus fans fueron algunos de los que esta jornada se sumaron a la campaña ‘‘Twenty's Plenty’’, cuyo objetivo es que los clubes fijen un precio máximo para las entradas de los fans visitantes de 20 libras. El técnico del West Ham, Slaven Bilic no dudó en apoyarla: «No debería ser un lujo ir a un partido solo, con tus amigos, tu novia, tu mujer o tus hijos. Todo el mundo debería poder ir».

Los espectadores que no acudieron al Anderlecht-Mechelen de una Liga belga comandada por el sorprendente Oostende, se perdieron algo que raramente volverán a presenciar. Los locales, terceros, ganaban 1-0, ventaja que pudieron aumentar merced a tres penaltis que les concedió el árbitro –el último en el 89–y que el guardameta rival Jean François Gillet, de 36 años, paró, cada uno a un jugador distinto, lo cual tiene más mérito. Pero la cosa no acabó ahí para los malvas –que han fallado el 47% de sus penaltis desde 2012–, puesto que en el minuto 93 veían cómo le empataban el partido... ¡con un gol en propia puerta! Increíble. Lo único que les consuela es que en 2013, el inglés Jonathan Walters, del Stoke City, se marcó dos goles en contra y erró un penal en el mismo encuentro. Como dijo Frank Clark, entrenador del Nottingham Forest tras perder 7-0 contra el Blackburn, «todo lo que podía salir mal, salió mal. Espero que podamos llegar a casa sin que nos pase nada…».

Al Borussia Dortmund tampoco le salieron las cosas en Der Klassiker. Y todo por un ataque de entrenador de esos que les suelen dar a los técnicos cuando apuestan por jugar en función del rival. Le pasó a Thomas Tuchel y le cayeron cinco goles en su visita al Bayern, que sigue líder pero ahora a siete puntos de los renanos y van solo ocho jornadas. Como el ‘‘Bild’’ tituló, ‘‘El Bayern solo se persigue a sí mismo’’. Marcó sí, y por partida doble Robert Lewandowski, y el gol del honor visitante lo firmó Pierre Aubameyang.

Hizo doblete Zlatan Ibrahimovic en la victoria 2-1 en Le Classique, PSG-Marsella, con lo que se convierte en máximo goleador de la historia de los parisinos, 110, superando al luso Pauleta, un clásico, como Antonio Di Natale, 37 años, otro gol más para el Udinese, de cabeza, y eso que antes le aplicaron 25 puntos de sutura por una brecha. Ya lo dijo nuestro Bill Shankly de cabecera, «ninguna enfermedad me hubiera mantenido alejado de este partido. Si hubiese estado muerto, hubiera hecho sacar la caja, ponerla en la grada y hacer un agujero en la tapa». Es la guerra... del fútbol.