Ruben NIETO

BAI, dos décadas formando actores creativos en Bizkaia

BAI cumple veinte años dedicados a atender la demanda de estudios de artes escénicas desde una óptica pedagógica abierta e integral, que potencie la creatividad de sus alumnos, con la mirada puesta en los circuitos internacionales donde el festival ACT cumple una función determinante.

Fernando Montoya, actual director del centro de formación escénica BAI (Bizkaiko Antzerki Ikastegia), ha podido vivir de primera mano el crecimiento y evolución de la Escuela. En sus locales de Barakaldo le hemos encontrado, con la agradable compañía de un cafecito dando la bienvenida a los alumnos que cada mañana de lunes a viernes acuden al centro.

«Todo surge de una necesidad. Eramos un grupo de gente que dábamos extraescolares, con muchos alumnos en diferentes institutos de Bizkaia. Y que nos dimos cuenta de que la gente cuando terminaba su bachillerato, se escapaba enseguida a estudiar fuera», cuenta.

Desde esa constatación nació la propuesta de crear este centro de formación en el año 1996, «durante el curso 96-97”». Y nace, según sus palabras, «como una escuela teatral al uso. Un centro de interpretación y de arte dramático lo más completo posible». Desde aquella fecha, BAI ha realizado muchos espectáculos de calle, piezas cortas, teatros de títeres, teatro de sala…

Pero sobre todo, el centro ha formado a cientos de alumnos desde una visión y metodología participativa e integral. Una forma propia de entender la formación escénica y que se basa en trabajar con un sistema abierto, renovable y flexible, sin dogmas y con capacidad de evaluación continua. «Teniendo en cuenta e intentando siempre ponerle un refuerzo potente a la parte creativa. Buscando la formación de un tipo de actor creador y autónomo», subraya.

FORMACIÓN INTEGRAL

En esta línea, el programa de estudios potencia una formación integral que complementa la tradicional formación en interpretación con prácticas creativas relacionadas con estudios de dirección, escritura teatral o dramaturgia, poniendo el acento también en la práctica escénica. Por ello, el proceso de montaje teatral se vive en todos los cursos o grupos de la escuela. Creatividad e imaginación junto a técnica y formación. El cuarto año de estudios es en el que la experiencia se completa con ensayos, trabajo en grupo, creación de espectáculo en todas sus áreas, vestuario, escenografía, trabajo de personaje y representaciones del espectáculo de fin de estudios, adaptándolo a los diferentes espacios de exhibición.

Fernando Montoya defiende este modelo de enseñanza en la búsqueda de un actor o actriz «que no solamente piense al acabar sus estudios en presentarse a castings o en intentar ingresar en compañías de teatro ya existentes. Que ellos generen su propia forma de trabajar, montando sus propios grupos y compañías». A pesar de que en Euskal Herria no haya todavía una titulación oficial para los estudios de arte dramático, la Escuela entrega al completar el plan de estudios una certificación avalada por los estamentos que apoyan el Centro, Gobierno Vasco, Ayuntamiento de Barakaldo y Diputación de Bizkaia.

Apunta que «siempre hemos tenido una pequeña cobertura de supervivencia» por parte de las instituciones. Lógicamente, el alto volumen de matrículas para cursos y talleres gestionadas por la escuela ha sido un argumento de peso a la hora de recibir «esas pequeñas ayudas institucionales para tirar adelante y no echar la persiana, en un momento de crisis y recortes».

 

Festival internacional ACT

Montoya recuerda también que «en los 5 o 6 primeros años de la escuela, muchos de los alumnos seguían marchándose fuera». Por ello nació el festival internacional de piezas cortas ACT, «con la intención de que los alumnos entraran en relación con compañías del extranjero que además pudieran estar en la mismas condiciones. Gente que había salido de escuelas de teatro, que montaba sus primeras compañías y que estaba dando sus primeros pasos profesionales en los escenarios».

ACT, que este año se celebrará entre el 1 y 5 de junio en Bilbo, pretende ser un punto de referencia para nuevos creadores en artes escénicas y profesionales del área y para el público en general. Abierto a las nuevas tendencias escénicas programa y promueve la formación, la interrelación y las nuevas creaciones en este campo. Nuevas dramaturgias, piezas cortas, novedosos procesos de trabajo…, «pero no es solo un festival de muestras de trabajos, sino que es un festival de convivencia y de intercambio, donde los artistas conviven y participan en espacios de investigación, de análisis, en charlas y debates...».

De esta manera, muchos alumnos y exalumnos han entrado en colaboración con compañías del extranjero «porque también desde el propio festival y en colaboración con otros festivales de Europa, generamos una red de movilidad de esas piezas», afianzando así la vocación internacional del Centro, «siempre ha mirado más hacia fuera del Estado, no hacia Madrid».

Muchos estudiantes han completado sus estudios en estos años con intercambios con escuelas de Londres (Inglaterra) y de Amsterdam (Holanda), así como disfrutando de becas en Cracovia (Polonia) o Kerala (India). BAI mantiene relación también con la Cricoteka de Polonia, la Universidad de Leeds en Performing Arts o la Escuela de teatro musical Thopss de Amsterdam en Holanda.R.N.