Pablo CABEZA
BILBO
Interview
IñAKI ETXEZARRETA «ETXE»
GUITARRA Y VOZ

«Me lleva tiempo y dinero, pero no tengo otro vicio que la música»

«BiZi» es el nuevo disco del músico de Berriz ETxE. Es su quinto álbum en solitario, al margen de dos referencias dentro de Nabari y Mafia, y es sencillo afirmar que es su obra más perfecta. Diez canciones electro-acústicas compuestas por ETxE, salvo una adaptación, y moldeadas mano a mano con Iban Gurrutxaga. El resultado es espléndido: buenas melodías, voz robusta, estribillos y fértiles arreglos.

Hace unos años, alrededor de 2002, tuvimos la oportunidad de ver a Nabari, grupo de Berriz en el que tocaba el bajo Iñaki Etxezarreta. Derrochaban ilusión, pero el proyecto se quedaba en un jevi-rock elemental. Tras un primer disco en 2003, dos años después ETxE ya firmaba su primer disco en solitario, “Zatoz nirekin”. Desde entonces ha grabado cuatro discos más y uno junto a Mafia. “BiZi” es novedad tras una pausa de cinco años y es su trabajo más valorable. Acumula fortuna por el excelente tono compositivo, por la inspiración en pagajosos estribillos, el sereno timbre vocal y el virtuosismo del guitarrista Iban Gurrutxaga, formado en Musikene, músico de jazz en paralelo y profesor de guitarra.

“BiZi” se titula así, al margen del significado global, por sus dos hijos, los gemelos Markel y Jokin, de dos años. El “Zi” va en recuerdo de su hermano Zigor, fallecido el 23 de setiembre de 2009. Un 23 de setiembre de 2014 nacieron los gemelos de Naiara y Etxe. El disco, además, se publicó el 23 del pasado mes. La canción “Irailak 23” remora el recuerdo de todo esto. Curiosamente, esta entrevista se publica también un 23.

«Era un adolescente por aquella época, tenía 15 años cuando empezamos con Nabari. Pero la idea de formar una banda la llevábamos desde niños Eneko, Mikel y yo. Vivíamos la música haciendo playbacks en el coro de la ikastola de grupos como Urtz, EH Sukarra, Lin Ton Taun… Eneko tenía una batería de su padre Rodolfo en el txoko, justo debajo de su casa. A Mikel le regalaron una guitarra y yo cantaba y tocaba la guitarra, pero tocó por decreto el bajo. Así pasábamos nuestros ratos libres en Berriz. Más tarde se unió a Nabari Unai Uribe, quien tocó la guitarra en mis dos primeros discos».

¿Qué ocurrió tras Nabari?

Cuando Nabari comenzó a disolverse tenía algunas canciones mías y decidí probar algo en solitario, lo que me llevó a ganar el concurso Aldapa que organizaba el gaztetxe de Berriz. Después llegaron la primera maketa y los discos. Pero entre medias también he formado parte de Mafia como bajista, junto a Eneko de Nabari, Iñaki de Seiurte y Gabri y Erlantz de Shinova. Y después de esta experiencia metalera tuve la oportunidad de vivir las fiestas con Trikizio y Boston Jai.

A veces recuerda tonos de Rafa Rueda, de Gari o de canción (canciones) para que la interprete Ken Zazpi o Eñaut en solitario. Expuesto así, es como perforar su personalidad, pero solo son ayudas para el lector.

Mi referencia siempre ha sido la música de aquí. Acostumbro a escuchar diferentes tipos de música e intento aprender de las cosas que más me gustan, pero dándolas mi identidad al componer. Nunca me han molestado las comparaciones, me halaga ver que se me compara con artistas que admiro.

La mayoría de los temas contienen elementos autobiográficos más o menos expuestos, son textos que invitan a la superación. ¿A pesar de los reveses es una persona positiva?

La vida nos da a todos de lo bueno y de lo malo. Pienso que debemos aprender a vivir cada día, aprender de las lecciones que nos da. Formarse de los errores y de las virtudes. He aprendido a conducir mi vida con la música. Para mi es una terapia.

Con ese par de gemelos parece que hay que comerse la vida y las contrariedades.

Jokin y Markel le dan color a nuestra vida cada día. Ellos son alegría cada mañana. Si he decidido volver a grabar un disco, en parte, es por ellos. Quiero que conozcan lo que a mí me apasiona y que disfruten conmigo de la música.

¿Pero no es este, «BiZi», el disco más luminoso, el más afortunado en arreglos, composiciones y acabado?

La luz brilla en este nuevo disco. Son canciones que he compuesto desde la oscuridad buscando la luz a seguir. Sabía lo que quería conseguir y para ello he contado con la ayuda de Iban Gurrutxaga, que ha pulido mis obras. Hemos cuidado cada detalle de cada canción de principio a fin, y eso se nota en el resultado.

Posee un montón de canciones pegadizas, muy inspiradas: «Bizi», «Bizitzaren musika», «Bi begi», «Zuri, zuk, berak…», “New York”… ¿Ha dado con la fórmula, con su fórmula?

Tengo la costumbre de componer partiendo de un estribillo. Cuando me viene una melodía pegadiza intento ponerle letra, y después voy componiendo el resto de la canción. Una vez que he tenido la base de la canción compuesta las hemos arreglado entre Iban y yo. Él le ha puesto las pinceladas de guitarra. Ha sido un trabajo largo y con calma.

La referencial «Irailak 23» cuenta con una estructura melódica muy clásica, no cuesta imaginar a Anje Duhalde cantándola.

Esa y otras muchas llevan el mismo patrón. Tiene un estribillo con melodías como dices clásicas, un ritmo alegre y detalles de guitarra que enriquecen mi estilo. Me gusta innovar en cada disco y probar cosas nuevas. En estos momentos estoy disfrutando mucho en dúo.

No hay muchas guitarras eléctricas evidentes, pero donde aparecen son ligeras, evanescentes, como en «Ilusio faltsuen mundua» o limpias y delicadas como en «New York», «Udaberriaren zain» o «Bi mila hitz», aún más sutil. El breve slide de «Zutik» es de nota. ¿Cómo presentaría a Iban Gurrutxaga, su escudero en el disco?

Iban Gurrutxaga [residente en Amezketa] es una parte indispensable en este proyecto. Le conocí cuando estuve de cantante en Trikizio. Profesor y mago de la guitarra. He aprendido muchísimo de él. Adorna y arregla todo lo que compongo. Y en este nuevo disco la composición la hemos llevado juntos. Decidimos hacer unas bases con guitarras acústicas y adornarlo todo con las eléctricas. El disco está grabado solo con guitarras y voces, y un toque de percusión muy sutil..

¿Por qué esa experiencia en Nueva York convertida en canción y tan diferente en ritmo de las demás?, ¿quizá un viaje de boda con sorpresa?

Así es. Teníamos el hotel frente al Madison Square Garden, y no podía faltar una visita a lo que hubiera allí, y dio la casualidad que estaba Madona dos días seguidos. Fuimos a verla y nos llevamos la sorpresa de ver a Kalakan en el escenario. La reina del pop en euskera en el Madison. ¡Una lengua tan pequeña y gigante a la vez en uno de los escenarios referentes mundiales! Es una canción diferente desde el modo de componerla, sí. Compuse la melodía en mi mente junto a la letra. Después la compusimos con la guitarra. Haciendo también un guiño a Sinatra.

Nabari poseía cadencias jevilonas, ¿quedan aún rescoldos de esos años de juventud? ¿Por eso lleva una camiseta de Su Ta Gar? ¿Por eso invita a Aitor Gorosabel a cantar en «Bizitzaren musika» ¿Por qué le regalo Naiara (pareja) ese «Bizizirik gaude»?

Su Ta Gar ha sido y es un referente musical para muchos, y para mí también. Siento admiración por ellos desde niño. Naiara me regaló ese disco como otros muchos, pero ese fue especial. El mensaje que transmitía en la primera canción fue un empujón para volver a coger la guitarra y ponerme a componer. Por la admiración que tengo hacia el grupo y lo que me han ayudado, pedí a Aitor una colaboración, y su respuesta ha sido de agradecer.

¿Apuesta ahora por la ambición musical o va moderado para no desencantarse una vez más? Que sea lo que deba ser.

Tenía esa ambición años atrás, pero después de los palos recibidos y ahora que tengo un trabajo estable y una gran familia, la música no es mi prioridad. Es mi principal hobby y pongo mucho esfuerzo en esto. Me lleva mucho tiempo y dinero, pero no tengo otro vicio que la música. Lo que tenga que pasar en el futuro no me preocupa, solo pienso en hacer las cosas lo mejor posible y en disfrutar de cada momento.

La portada con Markel y Jokin pintando a su aita es muy simpática y visual.

Quería plasmar en la portada que ellos son los que dan color a mi vida, que musicalmente estoy vivo gracias a ellos. Porque quiero que vean lo que hace su aita. El día que salió el disco cumplieron dos años. Disfruto viéndoles intentando imitarme y viendo como les gusta la música.