Maitane ALDANONDO
Bilbo

MANTENERSE A LA VANGUARDIA ASPIRANDO A SER EL REFERENTE

Drone by Drone es la primera empresa operadora de drones acreditada de la CAV. Creada en 2014 ofrece diversos servicios en los que estos aparatos son una herramienta clave. Conscientes de la importancia de la innovación desarrollan también nuevas aplicaciones.

Los drones son una herramienta en auge y no son pocas las empresas que quieren hacerse un hueco en este mercado. En el ámbito de los servicios, la bilbotarra Drone by Drone es una de las que mejor se posicionan en este momento, como demuestra el tercer premio recibido en el primer concurso europeo de startups de drones Expodrónica. La pionera operadora de drones fue la primera de la CAV en lograr acreditarse ante la Agencia Estatal de Seguridad Aerea (AESA). La idea partió de un grupo de socios relacionados con el campo aeronáutico que se dio cuenta de que estos aparatos serían una herramienta importante en cualquier sector de la sociedad. En 2014 pusieron en marcha la sociedad limitada que cuenta con tres socios capitalistas ajenos al día a día del negocio y un equipo de cuatro trabajadores dirigido por el ingeniero aeronáutico Ander García Barroso.

Drone by Drone inició su actividad antes del boom de estos aparatos, por lo que les costaba convencer a los clientes, que «ahora ya conocen por lo menos lo que es un dron». La divulgación mediática les ha ayudado a que las empresas estén más al día, aunque muchos de los posibles usos no sean todavía tan conocidos. El grueso de sus encargos son en el campo audiovisual, porque es uno de los servicios más visibles, y uno de sus principales clientes es el programa de televisión “Cuarto Milenio”. En cambio, es en los campos más técnicos donde todavía deben concienciar al cliente sobre «las posibilidades, la idoneidad y la eficiencia de la herramienta». Se trata de aplicaciones en ámbitos como la seguridad, la industria o la topografía, entre otros. Actualmente sus clientes son especialmente productoras de contenido audiovisual, ingenierías o universidades; y en menor medida autónomos y particulares.

García resume que «trabajamos en un montón de ámbitos en los que los drones son muy importantes y una herramienta fundamental que viene a ahorrar costes, abaratar trabajos y ser eficientes y rápidos. Lo que hagamos con él dependerá un poco de la inquietud de cada cliente». Un ejemplo de esas posibilidades es el proyecto pionero de monitorización que han llevado a cabo de la mano de Txakoli Txabarri durante la campaña 2015-2016. «Es el primer txakoli del mundo que ha sido monitorizado mediante drone, y en breve se va a publicar el artículo técnico. La cosecha ha sido un éxito porque ha supuesto un incremento de elaboración de botellas y una reducción de gastos en abonos», explica el director general.

La formación es otra parte de la actividad de la empresa que cuenta con una escuela de drones. Forman pilotos que logran el título tras superar un curso teórico asimilable al de piloto privado de avioneta y otro práctico. No obstante, el responsable recuerda que se debe trabajar siempre bajo el paraguas de una empresa operadora o registrarse como operador de drones ante AESA.

Innovación y legislación

Su flota consta de 9 aparatos de diversas características y a la vanguardia tecnológica. Este aspecto es prioritario, ya que aspiran a ser la empresa referente en el norte del Estado. Ese propósito se traduce en «una inversión importante con una amortización rápida de los equipos, comprando nuevos aparatos cada seis meses o cada año» y en una estructura reducida que completan con colaboradores, lo que les aporta agilidad. «Nuestro modelo de innovación se sustenta en tres patas: innovación en producto, personas y modelo empresarial». Tienen en desarrollo varios proyectos para nuevas aplicaciones. Una de ellas es Pulsos IRS, que les ha valido el tercer premio en Expodrónica. Desarrollado conjuntamente con estudiantes del master Gestión para la Competitividad Empresarial de la UPV, se trata de un sistema de rescate inmediato mediante pulsera y drone para garantizar el auxilio de bañistas y deportistas náuticos. Están trabajando en la pulsera, pero aunque estuviera lista, el uso del sistema es ilegal, ya que la ley prohíbe sobrevolar las playas repletas de gente. El premio les otorga asesoramiento empresarial y «un reconocimiento importante, que nos da a conocer un poco más».

Admite García que al ser un mercado en crecimiento el arranque les ha costado algo menos de lo previsto y el balance que hacen es positivo. La única «espinita clavada» es la legislación. La tecnología va por delante de la regulación y y ésta provoca limitaciones. Afirma que deben rechazar proyectos porque la ley no está «suficientemente elaborada o adaptada a lo que podríamos hacer con márgenes de seguridad muy tolerables». Esperan que esto se solvente el año próximo con el cambio de legislación, cuyos bocetos conocen y «amplia un poco los campos de operación y flexibiliza un poco el uso».