Dabid LAZKANOITURBURU

El ISIS ha perdido un cuarto de su califato, incluido el este de Mosul

El ISIS perdió en 2016 un 23% de su territorio, a lo que hay que sumar que está siendo desalojado estos días del este de Mosul. Con todo, queda lo más difícil, cruzar el Tigris y acceder a la indómita y rebelde suní parte vieja de la capital del califato, sin olvidar que en Siria los yihadistas son fuertes (Raqa) y desafiantes (Palmira y Deir Ezzoor).

Coincidiendo con el anuncio de que el Ejército iraquí habría reconquistado toda la parte este de Mosul, la consultora de seguridad IHS Markit aseguró ayer que el Estado Islámico (ISIS) perdió en 2016 casi un cuarto del territorio (23%) que dominaba en Siria e Irak el año anterior. El califato proclamado por los yihadistas en junio de 2014 redujo sus dominios de 78.000 kilómetros cuadrados a 60.400.

Esta reducción supone que el ISIS ha perdido el 23% del territorio que dominaba en 2016 frente al 14% que dejó de controlar en 2015. «El Estado Islámico ha sufrido pérdidas sin precedentes de territorio en 2016, incluidas áreas clave y vitales para el proyecto de Gobierno del grupo», señaló el analista Columb Strack, director de IHS Conflict Monitor.

Palmira y Deir Ezzoor

Todo ello pese a que el ISIS volció a arrebatar en diciembre la ciudad monumental siria de Palmira a las fuerzas del régimen. Damasco justificó su nuevo revés en la «perla del desierto» aduciendo que estaba concentrado en su ofensiva contra los rebeldes en Alepo.

Sin embargo, la actual ofensiva del ISIS para expulsar a las fuerzas progubernamentales del reducto que mantienen en la capital de la provincia de Deir Ezzoor evidencia que el Ejército sirio apenas tiene pulso para mantener sus conquistas y que depende militarmente tanto de Rusia como de las milicias chiíes, locales y foráneas.

En Irak, las unidades de élite del Ejército han anunciado la reconquista de la práctica totalidad del este de Mosul y concentraban sus esfuerzos en desalojar a los yihadistas de sus últimos focos de resistencia en el nordeste, concretamente en varios palacios presidenciales y en el hotel internacional de Nínive, topónimo de la provincia de la que Mosul es capital.

Paralelamente, el Ejército iraquí envió refuerzos para el asalto a la comarca de Telkif, 15 kilómetros al norte de Mosul.

Empieza la verdadera batalla

Las fuerzas de élite del Ejército iraquí, apoyadas a distancia por los peshmergas kurdos y por las milicias chiíes y con la cobertura diaria de los bombardeos de EEUU, han tardado tres meses, desde el inicio de la ofensiva el 17 de octubre de 2016, en cercar Mosul desde la orilla oriental del río Tigris.

Pese a que el primer ministro de Bagdad, Haider Al-Abadi, promete que en otros tres meses expulsará al ISIS de Irak, cruzar el río y reconquistar el oeste de Mosul, con sus calles abigarradas y estrechas, será mucho más difícil. Sin olvidar que la población occidental de Mosul (750.000 habitantes), abrumadoramente suní, siempre ha sido proclive a la resistencia baazista contra la invasión y ocupación del país, resistencia cuya mutación, primero en Al Qaeda y luego en el ISIS, explica buena parte de lo que ocurre en la región de Oriente Medio.

IHS Markit augura que Mosul caerá en la primera mitad de este año y que después la batalla se centrará en Hauiya, que el ISIS usa como base para lanzar atentados en Bagdad.

Más complejo será expulsarlos de Raqa (Siria), donde las fuerzas kurdas (FDS) están bloqueadas en el triángulo que conforman los ríos Éufrates y Balij, zona agrícola con mucha población. De ahí que Straw apunte a «una posible gran intervención sobre el terreno por parte de uno de los principales actores externos, EEUU, Turquía, Rusia o de las fuerzas sirias apoyadas por Irán».

Jihadistak atzean utzita, burokrazia aurrean

ISIS Estatu Islamikoak bereganatutako lurraldeetan egon eta bizirik ateratzea nahikoa izango ez balitz bezala, gerrak harrapatutako herritarrek oztopo burokratikoei egin behar diete aurre nolabaiteko normaltasuna berreskuratu aurretik. Mosuletik gertu, ekialdean, dagoen Bartalan ehunka lagun daude pilatuta, Ninive probintziako beste herrietara joan ahal izateko baimenaren zain. Al Hasanin Irakeko Armadako eledunak esplikatu duenez, Mosuletik irteten diren zibil guztiek kontrola pasatu behar dute, jihadistekin ez direla ibili ziurtatzeko. Hiritik irteteko segurtasun baimen hori nahikoa da, baina beste lekuren batera joan ahal izateko beste dokumentu bat behar dute. Inteligentzia zerbitzuak aztertzen ditu herritarraren dokumentuak eta arazorik ez bada, emango diote baimen berezia. Egunean 1.500 lagunek lortu dute Bartalan azken egunotan, jihadistak Mosuleko ekialdeko auzoetatik bidali zituztenetik, Kurdistan aldera joatea ahalbidetzen dien dokumentua. GARA