Ion SALGADO
HEZKUNTZA PLATAFORMEN TOPAGUNEA

UN NUEVO PLANTE A LAS PRUEBAS IMPUESTAS POR LAKUA Y MADRID

HEZKUNTZA PLATAFORMEN TOPAGUNEA ANUNCIÓ AYER UN NUEVO «PLANTE MASIVO» A LAS PRUEBAS PREVISTAS PARA ESTE CURSO EN 3º Y 6º DE PRIMARIA, EN 4º DE LA ESO Y EN 2º DE BACHILLER. «NOS PLANTAMOS ANTE LOS EXÁMENES IMPUESTOS POR LA LOMCE Y ASUMIDOS POR HEZIBERRI», DESTACARON AYER EN GASTEIZ.

«No aceptamos el modelo de evaluación retrogrado y rígido de la Lomce. Por eso nos plantaremos ante los exámenes impuestos por la Lomce y asumidos por Heziberri. Y hacemos un llamamiento a la comunidad educativa y a la ciudadanía para organizar y desarrollar un planto masivo». Así lo anunciaron ayer los integrantes de Hezkuntza Plataformen Topagunea, que se reunieron en Gasteiz para debatir sobre el sistema de evaluación. Un sistema que «no sirve para identificar las necesidades del alumnado».

A su juicio, el sistema de evaluación clasifica a los estudiantes y pone el foco en los resultados, sin reparar en el proceso educativo. Además, «condiciona el modelo educativo» y responde a intereses políticos, en función del gobierno de turno. Es más, consideran que la evaluación vigente en Hego Euskal Herria es una «copia» de la Lomce, que este curso afectará a los alumnos de 3º y 6º de Primaria, 4º de la ESO y 2º de Bachiller, aunque, a falta de tres meses para realizar los exámenes, Lakua «no ha enviado información ni a los colegios, ni a las familias ni a los profesores».

Ante esta situación, insistieron en la necesidad de implementar un nuevo sistema que no se base solo en la realización de exámenes, sino que ponga en el centro a los alumnos. «Si queremos tener en cuenta el desarrollo pleno de los estudiantes, la evaluación debe ser un proceso en el que tenga cabida la parte emocional», indicaron los presentes en Oihaneder Euskararen Etxea, que expusieron estas conclusiones tras participar en una dinámica de grupos, donde analizaron algunas de las ideas puestas sobre la mesa por Marian Bilbatua, una doctora en Ciencias de la Educación que presentó los límites y los defectos del sistema de evaluación.

Un modelo uniformizador

Bilbatua advirtió de que el sistema de evaluación es «uniformizador». No tiene en cuenta las diferencias del alumnado, que se limita a estudiar para poder superar los exámenes. Esta actitud está asociada a un modelo educativo que prioriza la adquisición de competencias y da pie a un sistema basado en notas y calificaciones. «Estamos inmersos en un sistema de evaluación basado en parámetros demostrables y medibles, y muchas veces atendemos a ese sistema de evaluación para hacer el currículum educativo. Un currículum que ponemos al servicio de las editoriales, no de los alumnos», señaló tras abogar por implementar un nuevo sistema de evaluación que no implique «aprender de memoria».

En este sentido, subrayó que el sistema tiene que tener por objeto ayudar al alumnado, ver las necesidades de los estudiantes y lograr que estos no perciban las pruebas «como una trampa, que se den cuenta de que no es algo que hacemos para pillar». Según explicó, la evaluación debe ser integral e instructiva, y se debe acometer de forma compartida. Y tiene que servir para aprender de los errores. «Los fallos son un indicador de dónde está un alumno, para saber qué piensa, y muchas veces lo ignoramos», afirmó.

Por último, criticó las pruebas externas y la burocracia de las administraciones, a las que lanzó un mensaje: «La educación da calidad se logra con la implicación y el compromiso de los agentes educativos».