Iñaki IRIONDO
GASTEIZ
PROYECTO DE PRESUPUESTO DEL GOBIERNO DE LAKUA

Las cuentas de la CAV se estancan

El presupuesto de la CAV se ha estancado. El gasto previsto para 2017 es de apenas 4,5 millones más que el presupuesto actualizado de 2016, y la recaudación anunciada es similar a la del año pasado. Y lo peor es que nada se cumplió, ni el gasto ni el ingreso.

Con el retraso provocado por la convocatoria de elecciones en octubre y la conformación del Gobierno de coalición en diciembre, al Ejecutivo de Iñigo Urkullu le ha llegado el turno de presentar sus cuentas para 2017 y lo cierto es que las previsiones son muy similares a las que no se cumplieron en 2016, cuando ni los ingresos fueron los previstos ni los gastos finales los anunciados.

El Consejo de Gobierno aprobó ayer el proyecto de presupuestos que remitirá al Parlamento y que asciende a 11.059,7 millones de euros. Según la contabilidad oficial, eso son 126,3 millones más que el presupuesto de 2016, por lo que se habla de un incremento del 1,2%.

Sin embargo, se trata de cifras teóricas, puesto que el presupuesto actualizado a noviembre de 2016 era de 11.055,24 millones, después de la inclusión a lo largo del año de habilitaciones de gasto y remanentes de tesorería. Esto quiere decir que el proyecto actual es apenas 4,5 millones mayor, lo que supone un incremento del 0,05%

Después, a finales de diciembre, se aprobó una reforma para adaptar las cuentas a las mayor capacidad de endeudamiento concedida por el Gobierno de Estado a las comunidades autónomas.

Las inejecuciones

Pero además, en 2016 el Gobierno de Urkullu no gastó ni los 10.933,3 millones de euros del presupuesto teórico ni los 11.054,24 del actualizado. A 30 de noviembre (no hay datos públicos de la liquidación a final de año) había dispuesto de 9.851,03 millones de euros, lo que supone que no iba a completar el gasto anunciado.

Esa cantidad era el 92,0% del dinero empleado en esas mismas fechas en 2015, ejercicio en el que el Ejecutivo de Urkullu dejó sin utilizar nada menos que 621,2 millones de euros. Esas inejecuciones han sido en todo momento calificadas por la oposición como una forma de recortes, y así las criticó también en su día el PSE, socio presupuestario entonces del PNV y actual compañero de Gobierno.

Recaudación congelada

Al igual que el gasto, también los ingresos están congelados, y eso en el supuesto optimista de que las previsiones de recaudación sí que acaben acertando en este ejercicio.

Las aportaciones de las diputaciones que consigna el Gobierno en su proyecto suponen 9.103,2 millones de euros, apenas 300.000 euros más que lo previsto en 2016. El problema reside en que el pasado año la recaudación de los entes forales quedó por debajo de las previsiones y la aportación real fue de 8.734,5 millones de euros, es decir, 368,4 millones menos de lo contemplado. El desfase se pudo enjugar con el incremento de la posibilidad de endeudamiento que el Gobierno de Rajoy decidió a finales de año para las comunidades autonómicas.

Pero si la previsión de aportación de las diputaciones está congelada, el capítulo de «resto de ingresos» va disminuyendo. Si el año pasado el proyecto preveía 599,6 millones, para este año son 14,6 menos, es decir, 585,1 millones.

Con estas cifras, el incremento de los ingresos se da a través de un endeudamiento bruto de 1.371,4 millones de euros, 140,6 más de los incluidos en el presupuesto de 2016.

Mañana, al Parlamento

El proyecto de presupuestos para 2017 será entregado mañana por el consejero de Hacienda, Pedro Azpiazu, a la presidenta del Parlamento, Bakartxo Tejeria, que dará traslado del mismo a los grupos parlamentarios, comenzando así una tramitación que se prevé que dure unos dos meses.

El Ejecutivo ha destacado de las cuentas que el 76% se destina a «gasto social», siendo el Departamento de Salud, con 3.537,5 millones, el área que más dinero recibe, seguida de Educación, con 2.662,6 millones de euros.

El consejero Pedro Azpiazu llamó también la atención sobre el incremento en 43 millones de los tres capitulos destinados a la inversión, cuyo volumen asciende a 1.239 millones de euros, de los que 350 son para la encomienda del tramo guipuzcoano del TAV.

Especialmente satisfecho se mostró el consejero con que el Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación 2020 vaya a recibir 410 millones de euros, que suponen un incremento de 23,6 millones, es decir, un 6% más que lo presupuestado para el ejercicio anterior. Azpiazu subrayó que esa subida es mayor que el 5% comprometido por el Gobierno

 

Problemas para lograr apoyo de los grupos de la izquierda

El Gobierno PNV-PSE necesita la abstención de al menos un grupo del Parlamento para poder aprobar estos presupuestos, y en un primer vistazo a los grandes números puestos ayer sobre la mesa se observa que el Ejecutivo va a tener problemas para poder llegar a acuerdos con EH Bildu y Elkarrekin Podemos, puesto que las cuentas siguen la línea marcada no solo por lo hecho en ejercicios anteriores, sino también por lo no hecho. Quiere esto decir que se mantienen los recortes de los pasados años y también la inejecución de partidas por cientos de millones de euros con respecto a las cuentas ya recortadas. Se adivina, además, un obstáculo inicial, que es el referido a la RGI, puesto que el Ejecutivo mantiene en el proyecto la idea de subir las asignaciones un 1,5%, en relación con el PIB, sin atender a las peticiones de que se asuma la traslación correspondiente del incremento del 8% del Salario Mínimo Interprofesional.

El consejero de Hacienda, Pedro Azpiazu, aseguró ayer que la disposición del Gobierno es hablar con todos los grupos. Quien más proclive se muestra para el acuerdo es el PP y su presidente, Alfonso Alonso, ha hecho ya varias ofertas. Le mueven no solo los números que puedan establecerse en los presupuestos de la CAV, sino también sus propias necesidades para sacar adelante las cuentas de Mariano RajoyI.I.

 

El PSE gestionará el 3,96% del gasto del Gobierno de coalición

El Gobierno de coalición se estructuró de forma que su composición imitara la proporción de cada partido integrante en el Parlamento de Gasteiz. El PNV tiene 28 escaños, algo más que el triple de los 9 del PSE y, por lo tanto, los jeltzales cuentan con 9 integrantes del Ejecutivo, con el plus de que uno de ellos es el lehendakari, Iñigo Urkullu, mientras que al PSE le dejaron 3 consejerías.

Sin embargo, cualquier atisbo de proporcionalidad se pierde cuando de las carteras portafolios se pasa a las carteras de guardar el dinero. De acuerdo al proyecto de presupuesto para 2017 presentado ayer, el PNV gestionará el 96,04% del presupuesto, mientras que a los consejeros del PSE les queda el 3,96% restante.

El consejero de Hacienda, Pedro Azpiazu, restó importancia al dato, señalando que la cuantía del presupuesto no determina la importancia de un departamento, poniendo como ejemplo el suyo, que es el segundo con menos recursos.I.I.