GARA
moscú

El Kremlin tacha de «provocación» las protestas contra la corrupción

El Kremlin considera que las protestas contra la corrupción que se llevaron a cabo el pasado domingo en varias ciudades rusas fueron una provocación. Más de un millar de personas fueron detenidas en las manifestaciones, convocadas por el opositor Alexei Navalny y que no habían sido autorizadas. El propio Navalny fue arrestado y condenado a 15 días de prisión. La edad media de los participantes se ha rejuvenecido respecto a anteriores convocatorias.

«Lo que vimos ayer (por el domingo) en numeroso lugares, y puede que más que en otros lugares en Moscú, fue una provocación y una mentira», denunció el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, al referirse a las manifestaciones contra la corrupción que tuvieron lugar en numerosas ciudades rusas, convocadas por el opositor Alexei Navalny.

Más de un millar de personas fueron detenidas en estas protestas, que en su mayor parte habían sido prohibidas por las autoridades. Con todo, en todo el país lograron reunir a decenas de miles de personas, una convocatoria inédita en los últimos años.

Peskov señaló que el Kremlin analiza «con sobriedad» la dimensión de las protestas «y no se inclina a subestimarlas ni a sobreestimarlas».

Al comienzo de la manifestación de Moscú fue detenido el propio Navalny, al que un tribunal condenó ayer a una multa de 20.000 rublos (325 euros) por haber organizado una manifestación no autorizada y a 15 días de prisión por desobediencia a los policías durante su detención. «Llegará el momento en que seremos nosotros los que los juzgaremos», escribió en Twitter al comenzar su juicio.

Más jóvenes en las protestas

Como Navalny, al menos otras 1.030 personas fueron detenidas en Moscú, donde miles de manifestantes desafiaron la prohibición, según la organización OVD-Info, que también informó de decenas de detenciones en otras ciudades.

La gran mayoría fue puesta en libertad esa misma noche después de habérseles imputado una infracción administrativa por participar en las protestas no autorizadas, pero 120 seguían ayer detenidas.

El movimiento de protesta del domingo estuvo marcado por dos novedades. Por un lado, las manifestaciones fueron numerosas en capitales habitualmente más calmadas y, por otro, la edad media de los participantes se ha rejuvenecido notablemente y los opositores históricos han sido reemplazados por estudiantes nacidos a comienzos de siglo que no han conocido más que a Putin en el poder.

«Había verdaderamente muchos menores y estudiantes. En cada comisaría había al menos dos o tres adolescentes. Esto no pasaba antes», confirmó un portavoz de OVD-Info a la agencia AFP. Por su parte, el Kremlin acusó a los organizadores de haber prometido «recompensas financieras» a los menores si se hacían detener por la Policía.

Navalny y la organización que lidera, el Fondo de Lucha contra la Corrupción (FBK), habían convocado las movilizaciones tras publicar un informe en el que acusan al primer ministro, Dmitri Medvedev, de dirigir un imperio inmobiliario financiado por oligarcas. La denuncia se ha divulgado a través de un vídeo en Youtube.

«La gente no ha recibido las respuestas que exigían sobre la corrupción, por eso continuaremos saliendo a la calle», declaró Navalny ante el tribunal.

La Policía registró las oficinas del FBK durante las manifestaciones y se llevó los ordenadores. Trece de sus empleados permanecían detenidos ayer.

El último opositor que busca desafiar a Putin en 2018

Alexei Navalny, carismático orador, es el principal opositor al presidente ruso, Vladimir Putin, al que desafiará en las elecciones presidencial de 2018. Condenado en febrero a cinco años de prisión –con la pena en suspenso– por desvío de fondos, es un viejo conocido de los tribunales, lo que puede lastrar sus ambiciones electorales. En una Rusia sin opositores, es el último mohicano. Este abogado, que hace de la lucha contra la corrupción su caballo de batalla, ha combatido al Gobierno desde 2007 haciéndose accionista minoritario de grupos semipúblicos para exigir transparencia. Navalny ganó notoriedad en las legislativas de 2011, y en setiembre de 2013 sorprendió al ser segundo en las municipales de Moscú, con un 27,2% de los votos, lo que lo confirmó como figura opositora esencial. Ha participado en manifestaciones de corte racista, como las de la Marcha Rusa, aunque en los últimos años se ha alejado de esos movimientos y ha cambiado el tono de sus discursos. GARA