Mertxe AIZPURUA

CUBA LOGRA AVANCES MÉDICOS QUE EL MUNDO NECESITA Y EEUU BLOQUEA

Ser el primer país del planeta en eliminar la transmisión materno-infantil de VIH-sida es, sin duda, un logro de gran alcance. Conseguirlo a pesar del bloqueo económico que dificulta notablemente el trabajo de investigación es toda una proeza. Más si ese bloqueo se ejerce desde Estados Unidos, potencia mundial que también controla el gran mercado de los medicamentos.

Pionero en avances médicos muy diversos, ya en 2006 el trabajo desarrollado por Cuba contra la desnutrición infantil le valió al país los elogios de Unicef. Hace tan solo dos años, el mismo organismo, en su informe del Estado Mundial de la Infancia, señalaba que la tasa de mortalidad infantil está por debajo de cinco por cada 1.000 nacidos, dato que lo sitúa entre las primeras 40 naciones del mundo. Fueron investigadores cubanos quienes desarrollaron la vacuna contra la meningitis B, trabajan con éxito ahora en tratamientos contra el cáncer, y la OMS (Organización Mundial de la Salud) certificó que Cuba era el primer país del mundo que había logrado eliminar la transmisión del virus del sida de madres a hijos. Todo esto pese a un bloqueo brutal que la primera potencia mundial mantiene desde 1960 y que también tiene consecuencias derivadas en el desarrollo de este sector.

Pese a que la situación afectaría en negativo a cualquier país del mundo, los cubanos se encuentran entre las personas más sanas y longevas del orbe y sus avances médicos no tienen nada que envidiar a los del mundo capitalista. La inversión en la investigación científica y el enfoque preventivo sobre la salud pública son las razones de esta realidad que no pueden negar ni siquiera los más acérrimos enemigos de los gobernantes de la isla socialista.

Transmisión del VIH

Hoy por hoy, Cuba es una referencia mundial en investigación médica. Así lo dijo en 2014 la directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan, quien tras visitar el país, declaró que «Cuba es el único país que he visto que tiene un sistema sanitario estrechamente ligado a la Investigación y el Desarrollo (I+D) en un ciclo cerrado. Este es el camino que hay que seguir, porque la salud humana no puede mejorar si no hay innovación».

Chan se refería así a la validación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de haber eliminado la transmisión materno-infantil del virus del sida, ratificando que el sistema médico cubano está situado a la vanguardia de América y muy por encima de la media mundial. Simultáneamente al VIH, Cuba también consiguió evitar la transmisión de la sífilis de madre a hijo durante el embarazo.

Tras el evidente logro alcanzado, actualmente el país caribeño lleva a cabo la primera fase de ensayos clínicos de una nueva vacuna terapéutica encaminada a reducir la carga viral de pacientes con VIH, que repercute en la calidad de vida de los enfermos. Su nombre es Teravac-Vih y hasta el momento, las pruebas no han presentado efectos adversos ni de toxicidad.

La investigadora Yayri Caridad Prieto, del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de La Habana, fue quien presentó esta investigación en el reciente Congreso BioProcess 2017 y, aunque insistió en que no hay que crear falsas expectativas, aseguró que la vacuna muestra indicios de eficacia y palía las consecuencias de la enfermedad. El proyecto, que data de hace varios años, deberá completar otras fases superiores para probar su eficacia a gran escala.

Avances en el cáncer

Aunque poco difundidos internacionalmente, Cuba también ha logrado grandes avances en la lucha contra el cáncer. Desde 2012, el Centro de Inmunología Molecular de La Habana ha patentado cuatro vacunas diferentes contra cuatro tipos distintos de cáncer, entre ellos, el cáncer de pulmón. Si bien no curan la enfermedad, ensayos clínicos realizados en 86 países han demostrado que reducen y controlan los tumores, aumentando y mejorando notablemente la esperanza de vida de los enfermos.

Una de las innovaciones más conocidas es la vacuna CimaVax, que actúa sobre el crecimiento de las células cancerosas para impedir que la enfermedad se extienda en pacientes de cáncer de pulmón y que puede aplicarse como medida preventiva a personas susceptibles de sufrir la enfermedad. El restablecimiento de relaciones diplomáticas entre EEUU y Cuba auspiciado por Barack Obama permitió que el Roswell Park Cancer Institute, uno de los centros de investigación sobre el cáncer estadounidense con más prestigio, haya comenzado a utilizarla. Se dice que ya se ha tratado a 5.000 pacientes en el mundo con CimaVax. No se conocen efectos secundarios y al Gobierno cubano le cuesta un dólar producir cada una.

Este año 2017 está también previsto el inicio de ensayos contra el carcinoma renal en base al Heberferon, producto desarrollado también en el CIGB de La Habana.

Hay otros importantes avances médicos logrados en los últimos años por los investigadores cubanos, como el tratamiento para úlceras del pie diabético, el vitíligo, o la vacuna cubana contra la hepatitis B, que ha tenido un gran impacto la salud infantil. Desde 1999 no se han dado casos de niños menores de cinco años con esa enfermedad ni en mayores de 15 años desde hace una década. De hecho, las autoridades sanitarias se congratulan de que la población cubana menor de 35 años está inmunizada contra la hepatitis B, gracias al tratamiento preventivo iniciado años atrás.

Industria estratégica

BioCubaFarma es el nombre del conglomerado estatal que produce medicamentos biotecnológicos. En funcionamiento desde 2012, dispone de 70 fábricas en Cuba, emplea unos 22.000 trabajdores y exporta sus productos a más de 50 países. Produce 587 de los casi 800 medicamentos utilizados en Cuba y, paulatinamente, ha relegado de los primeros puestos de exportaciones a los sectores tradicionales del café y tabaco. Hoy por hoy, la industria biofarmacéutica cubana es uno de los sectores de mayor productividad y capacidad exportadora dentro del sistema socialista cubano.

El bloqueo perpetuo

El embargo comercial, económico y financiero de Estados Unidos contra Cuba incluye el material bibliográfico y de información científico técnica sobre ciencias médicas. Dificulta también la participación de profesionales cubanos en cursos y conferencias especializadas para la actualización de conocimientos pero, con todo, el principal problema reside en la imposibilidad de adquirir en los mercados estadounidenses reactivos, repuestos para equipos de diagnóstico y tratamiento, instrumental médico y todo tipo de medicinas de procedencia estadounidense, incluyendo a empresas subsidiarias establecidas en terceros países, cuyo acceso está prohibido a la sanidad cubana.

Para la adquisición de material médico a Estados Unidos, el gobierno norteamericano primero tiene que otorgar una licencia especial a sus empresas farmacéuticas. Cuba solo obtiene en ese país una irrelevante cantidad de material sanitario, pero no material puntero para la investigación o tratamientos médicos.

Asimismo, los descubrimientos científico-médicos y las medicinas desarrolladas en la isla contra diferentes enfermedades han quedado confinados en la isla ante la imposibilidad de exportarlos. El factor de que la mayoría de las revistas científicas de renombre mundial tengan su sede en EEUU supone que los investigadores cubanos tengan que enfrentarse a innumerables trabas para poder publicar en ellas sus descubrimientos y compartirlos con el mundo.

Un bloqueo que, en esta medida, también afecta al resto del mundo, incluido EEUU, que no se beneficia de los grandes avances médicos y biotecnológicos logrados en el país caribeño en las últimas décadas.

 

Un ejército de batas blancas para el país con más médicos por habitante

En datos contabilizados por la OMS (Organización Mundial de la Salud), Cuba es la nación con más médicos por habitante de todo el mundo. La Escuela Latinoamericana de Medicina de La Habana es una de las más prestigiosas de América y en ella se forman los profesionales de la isla caribeña y miles de médicos de hasta 123 países diferentes.

El sistema de salud cubano, que a menudo se nombra como ejemplo por su capacidad, también destaca por el espíritu solidario para la formación de sanitarios en otros países con menos recursos o por desplazar equipos médicos en situaciones de emergencia. En 2014, Cuba fue el mayor proveedor de recursos humanos para luchar contra la epidemia del virus de ébola en Liberia, Sierra Leona y Guinea.

Fidel Castro aludía al cuerpo médico del país como el «ejército de batas blancas». Ya en 1960 inició su andadura de prestar ayuda a otros países al desplazar una brigada médica a Chile tras el terremoto que dejó miles de muertos en Valdibia. Desde esa fecha, según informaciones oficiales, el estado cubano ha enviado en misiones médicas a más de 300.000 profesionales sanitarios, que han intervenido en 158 países de América Latina, África o Asia. Actualmente Cuba está presente en 67 naciones donde la sanidad pública es deficitaria, con más de 50.000 sanitarios. Según el PNUD (Programa de la ONU para el Desarrollo) la ayuda que Cuba brinda al exterior representa al PIB un porcentaje muy superior al promedio de los 18 países más desarrollados.M.A.