Diferentes organismos internacionales han señalado lo difícil que supone determinar con exactitud el número de secuestros, con fines matrimoniales, que sufren las mujeres de Kirguistán. Un estudio reciente afirma que un tercio de los matrimonios son resultado de esta práctica. El rapto para concertar matrimonios, también conocido por el nombre de “Ala Kachuu”, se ha convertido en una práctica común en Kirguistán desde el año 1991. Una institución local defensora de los derechos humanos afirma que cada año ocurren cerca de 8000 raptos de este tipo. Una organización de Kirguistán que lucha a favor de los derechos de la mujer, está llevando a cabo una muy intereante iniciativa viral consistente en la publicación de diferentes vídeos animados creados por la artista Tatyana Zelenskaya y su compañero, el animador Egor Tankov. Tal y como han manifestados los autores de la serie «Un día me secuestraron», estas animaciones «están basadas en hechos reales, aunque los nombres han sido cambiados a petición de las víctimas para proteger sus identidades».

El primer capítulo documenta el rapto de la joven “Nazik”, y fue publicado coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer. Con posterioridad, internet acogió nuevas entregas que llevan por título los nombres ficticios de las jóvenes que fueron secuestradas y en los que muestran sus propias experiencias. La serie culmina con “Nargiza”. La artista Tatyana Zelenskaya ha explicado en un artículo publicado en “Kloop.kg” que «el episodio de ‘Nargiza’ es el más importante de todos. Quiero que las mujeres aprendan las ‘instrucciones’ de este video. Quiero que sepan cómo actuar y cómo luchar por sus derechos».