Jon ORMAZABAL
ELECCIÓN DE MATERIAL DE CARA A LA FINAL MANOMANISTA

Nuevo sistema pero las mismas discrepancias de siempre

Tras la mala experiencia del Parejas, la de Oinatz Bengoetxea fue una queja con la boca pequeña, pero si la cara es el espejo del alma, el de Leitza regresó disgustado a casa.

En la presentación del Manomanista, las empresas presentaron el nuevo sistema para elegir las pelotas de semifinales y final como un paso en la dirección de acabar con las polémicas previas a las grandes cita. Con matices, hubo unanimidad en que lo de elegir el material mes y medio antes de los partidos, con lo que se limitaba la creencia de que cada empresa ponía el material en virtud de los intereses de sus estrellas, era un paso en la buena dirección, pero apenas mes y medio después, la iniciativa se antoja insuficiente.

Al contrario que en el Parejas, cuando el de Leitza cargó con virulencia hacia el cestaño y el seleccionador, Oinatz Bengoetxea cuidó mucho sus palabras y quiso pasar por encima del tema en su posterior comparecencia pública, pero su rostro y la forma en la que mandó una pelota de las escogidas por Irribarria al rebote con los pies en el tres cuando Kepa Peñagarikano se las acercó para que las probara fueron lo suficientemente explícita para descubrir su enfado.

Tampoco es que el de Leitza escondiera su malestar, declaró que una de la dos pelotas apartadas por su rival «es excesiva», pero sí que quiso ser mucho más cauto que en el último precedente a la hora de hacer público su malestar. «Me han gustado mis pelotas y una de las suyas también pero la otra me ha parecido excesiva. No le quiero dar mucho bombo después de la mala experiencia que tuve en el Parejas, en mi caso la primera, y no quiero darle más importancia. Se verá en el partido pero a mí me ha parecido demasiado», señaló.

En este sentido, reconoció que lo pasó mal tras la agria polémica que suscitaron sus fuertes palabras previas a la final del Parejas y que no quiere volver a pasar por algo similar. «En el Parejas fue algo que me sorprendió porque me dijeron previamente que se iba a medir mu- cho el material. Por eso me sorprendió y mi reacción fue así. Hoy voy a ir mucho más cauto», incidió el de Asegarce.

Algo cansado de tener que hablar sobre el material, un tema siempre recurrente cuando él está por medio, Iker Irribarria discrepó de su rival y entiende que las cuatro son pelotas adecuadas para jugar. «Cada uno tiene que buscar lo suyo y cada uno tiene pelotas de su gusto. A mí me han gustado mis pelotas, para mí las suyas no son las mejores, pero no hay ningún problema. Son cuatro pelotas para jugar. Sí que una de las mías es más viva, pero no creo que, ni mucho menos, esté por encima del límite», apuntó.

Fue el pelotari de Arama uno de los que, desde el primer día, menos sentido le encontró a lo de realizar una preselección de las pelotas y entiende que el tiempo le ha dado la razón. «Al final es lo mismo. Si las pelotas están elegidas de antes o en el momento, si hay una pelota excesiva, va a haber polémica y, si hay una demasiado baja, lo mismo. No le pillo el truquillo todavía a esto», apuntó el defensor de la txapela.

David contra Goliat

El escenario de la final tampoco es demasiado del agrado del de Leitza, por lo que entiende el del domingo será un duelo muy desigual. «Mi juego es el de jugar con los efectos y aquí no es sencillo hacerlo. No es un frontón agradecido para ese tipo de juego, pero no le voy a dar más vueltas. Después de tantos años de profesional y tantas batallas que hemos luchado, para mí esta es una batalla más. Iker tiene mucho más poder que yo, es un poco David contra Goliat pero intentaré hacer mi partido y, si hago un gran partido, tendré posibilidades de ganar».

Tampoco ese comentario de Oinatz Bengoetxea convenció al vigente campeón. «Para mí es exagerado. Si Oinatz está en la final, por algo será. Ha ganado a dos grandes campeones y no justo justo. Les ha pasado por encima. La gente dice que soy favorito pero serlo no te da nada en la cancha, no vale ningún ningún tanto y habrá que ver el domingo quién es David y quién Goliat».

Lo que también está por ver es si el Bizkaia se llenará el domingo, por mucho que los dos finalistas sean dos pelotaris en un gran momento de juego. Por ahora, quedan unas 500 entradas por vender y hay que reconocer que el ambiente en la elección de material de ayer en el frontón de Miribilla fue bastante desangelado.

Apezetxea: «Por supuesto que la camiseta roja pesa, el que diga lo contrario, miente»

Como el año pasado, Jon Apezetxea volverá a ejercer de botillero en la final con el campeón y le preocupa que «se está dando demasiado favorito a Iker y hay que tener en cuenta que enfrente está Oinatz, que ha ganado a Aimar y a Urrutikoetxea, y además pasándoles por encima».

Es por ello que el de Goizueta no se fía ni un pelo de su vecino de Leitza. «Le estoy viento como en 2008 cuando salió campeón, está con la varita mágica. Saca perfecto, está con chispa y termina a la perfección, ha ganado a dos campeones y veremos lo que pasa», insistió el de Aspe.

No escondió el técnico de la promotora de Eibar que le ha sorprendido la solvencia con la que su rival se deshizo de sus dos compañeros de empresa en los dos partidos que ha tenido que jugar en la presente edición del Manomanista. «Se dice que Aimar no tuvo su día pero, ¿por qué no lo tuvo? Le jugó muy bien a los pies , le contrarrestó a la perfección, y con Urrutikoetxea lo mismo. Sacar así a Urrutikoetxea del partido es muy difícil», declaró.

Apezetxea fue uno de los encargados, junto a Kepa Peñagarikano y Rubén Beloki, de seleccionar el material para esta final y no está de acuerdo con las quejas de Bengoetxea VI. «Estamos con lo mismo de siempre. Si le ha parecido exagerado me parece muy bien que lo diga, pero yo creo que no. Es su opinión y el domingo hablaremos».

Centrados en su pupilo, Apezetxea ve a Irribarria algo más tranquilo que el año pasado por estas fechas, la experiencia le ha servido, pero por contra entiende que la presión por repetir título le puede pasar factura, por mucho que sea un pelotari que no se amilana ante las grandes citas e incluso dice que rinde mucho mejor en los partidos que en los entrenamientos. «Le noto que está tranquilo, es un plaza-gizon pero el año pasado estaba en la final tras venir desde abajo, estaba muy tranquilo y no tenía nada que perder. Pero ahora todos los focos apuntan a él. La camiseta roja pesa, y el que dice que no, miente», sentenció.

No escondió el botillero del campeón que las condiciones del Bizkaia benefician a Irribarria y respecto a la clave del partido, intuye primordial poder escapar de las miles de trampas que Bengoetxea pondrá por el camino, algo que no han podido hacer sus rivales hasta ahora. «Estando así de bien, Bengoetxea es el rival más peligroso para Iker Irribarria, porque te hace moverte en la cancha y ahí andamos más justos. Otros pelotaris juegan más rectos y si le juegas así Iker está mucho más cómodo, pero Oinatz te hace moverte por todos los lados. Se dice que no tiene tanto golpe, pero la pelota de Bengoetxea VI siempre viene tocada».

Ese terrorífico sotamano del que ha hecho gala durante estos dos años es el mejor antídoto de Irribarria. J.O.

Beloki: «Estando con confianza, Oinatz es el rival más peligroso que hay»

Ausente Asier García, fue Rubén Beloki el que acompañó a Oinatz Bengoetxea en el apartado del material y apostó por la vía diplomática cuando se le preguntó por las quejas de su pupilo. «Es lo que pasa muy habitualmente, las pelotas se pusieron hace mes y pico, sin saber quién iba a jugar. Hay tres muy similares y una es un poco más viva pero yo creo que pelota como esa ha habido muchos días en este frontón. Si se ha quejado, yo al pelotari le entiendo perfectamente, hay mucha presión mucha tensión».

Como la mayoría, el ex zaguero de Burlata entiende que Iker Irribarria tiene unas condiciones inmejorables para esto del mano a mano, por lo que lo ve algo favorito, pero no descarta, en absoluto, al de Leitza. «Oinatz cuando está con confianza es el rival más peligroso que hay. El año que ganó a Barriola parecía que Barriola le iba a ganar 22-10, no había ni color y mira. Oinatz tiene muchas armas y el día del partido juega al 100% . Irribarria no sé a qué porcentaje va a jugar pero el que sé que lo va a hacer al máximo es Oinatz, porque es un competidor nato. Si el otro juega a su tope, probablemente gane porque tiene unas cualidades para jugar mano a mano espectaculares,pero tiene que jugar muy bien», analizó.

Coincide con la mayoría de opiniones, que ven que jugar en el Bizkaia favorece más a Irribarria que al de Asegarce, pero tampoco le da muchas vueltas a este asunto. «El frontón es un frontón lento y altísimo y le da tiempo a Iker a ponerse y con el poder que tiene, le viene muy bien. Pero bueno, tampoco es determinante, ni mucho menos. Aquí hay presión y hay tensión, Irribarria es campeón, defiende la txapela y Oinatz se agarra al frontón como nadie y hay que jugar. Es un frontón lento que a la hora de defender y eso tampoco es malo para Oinatz, pueden pasar muchas cosas».

En cuanto a la clave del partido, entiende que será importante no descolgarse en el marcador desde el inicio. «Sobre todo ir hasta el tanto 10 igualado, si lo consigue, entonces ahí va a haber partido y final. Irribarria va a salir en tromba con su sotamano y Oinatz le tiene que sujetar pero también tiene sus armas. Tiene el saque-remate y le puede sacar a distintos sitios como lo hizo en Eibar el año pasado.Ahora la táctica es muy importante. En nuestros tiempos éramos más predecibles ahora ya hay más variantes en el juego».

No obstante, descarta que el delantero navarro salga con algo novedoso desde el inicio. Si las cosas se le tuercen seguro que tomará riesgos, pero en principio cree que saldrá como lo hizo hace 15 días en el Labrit ante Urrutikoetxea. «Este año está sacando perfecto, haciendo muchos tantos y luego el sotamano le está dando a medio bote para que al rival le bote delante. Prepara muy bien los partidos y es muy competidor pero delante tiene a un campeón que ha nacido para jugar al mano a mano».J.O.