Víctor ESQUIROL
CANNES

Ruben Östlund, sabor cáustico en la plaza más prestigiosa

La 70ª edición del Festival de Cannes terminó coronando a uno de sus pesos pesados. El jurado presisido por Pedro Almodóvar optó por la lógica, y concedió la Palma de Oro a «The Square», de Ruben Östlund, comedia gamberra sobre la hipocresía de las élites intelectuales y financieras de occidente. Andrey Zvyagintsev, Lynne Ramsay, Yorgos Lanhimos, Diane Kruger, Joaquin Phoenix, Sofia Coppola, Robin Campillo y Nicole Kidman completaron el palmarés.

La verdadera gloria, dicen, es aquella que se conquista en las grandes plazas. Importan las razones, por supuesto, pero a veces pesa más el escenario. Pregunten, si no, en Cannes, el mejor festival de cine del mundo; celebración deslumbrantemente extraña en la que, a veces, se tiene a bien premiar a gente aún más extraña. A lo mejor por aquello de recordarnos lo extraños que somos todos.

Suena complicado pero en serio que no lo es. Al menos no para Pedro Almodóvar, ni Jessica Chastain, ni Agnès Jaoui... ni ningún otro miembro del jurado de la 70ª edición del Festival de Cine de Cannes. Durante toda la jornada de clausura planeó sobre la Croisette la amenaza (los falsos rumores tienen esto) de que una mediocridad del calibre de “120 battements par minute”, de Robin Campillo, iba a llevarse la Palma de Oro. Al final no fue así y se tuvo que conformar con el segundo escalón del Gran Premio del Jurado. El máximo reconocimiento de la Croisette fue para uno de sus niños prodigio. El sueco Ruben Östlund llegaba a la cita con “The Square” (“la plaza”) una película imperfecta (con el montaje final terminado poco antes su puesta de largo) pero sin lugar a dudas provocadora. Una cualidad que, en la meca de la provocación, no podía pasar inadvertida.

Con dicha decisión se dejaron de lado a otros autores que en esta ocasión mostraron un nivel de inspiración bastante superior al del escandinavo (en este sentido, el apunte de cierre más doloroso fue que la magnífica “Good Time”, de los hermanos Safdie, volviera a casa de vacío), pero en cualquier caso, Östlund demostró ser digno de la plaza. Su última propuesta, como casi todas las anteriores, se vale de la capacidad para crear incomodidad en el espectador como principal combustible para desarrollar su mensaje. Este nos habla de la hipocresía de las élites artísticas para con el mundo que les rodea. ¿Qué mejor escenario que Cannes, esa burbuja dorada, para aplaudirle la gracia al hombre? Pues eso.

El tercer escalón del podio (Premio del Jurado) pesó mucho más que el segundo, al ser ocupado por “Loveless”, de Andrei Zvyagintsev, poderoso y oscurísimo retrato de la Rusia de Vladimir Putin. Para el resto del palmarés, hubo una –divertida– salida de tono (premio a Nicole Kidman... por nada en especial, y un poco por todo), un resbalón considerable (Mejor Actriz para Diane Kruger en “In the Fade”, seguramente la peor película a concurso) y mucha lógica.

El rabioso atrevimiento de Lynne Ramsay en “You Were Never Really Here” conquistó el Premio al Mejor Guion (ex aequo con el “The Killing of a Sacred Deer”, de Yorgos Lanthimos, otro acierto) y al Mejor Actor, reconocimiento otorgado a un Joaquin Phoenix simplemente brutal. Por su parte, la exquisita puesta en escena de Sofia Coppola en “La seducción” se hizo con el galardón a la Mejor Dirección. Una decisión con tanta lógica como la de hacer un remake de una película de Don Siegel (pues esto es el film en cuestión) y no tocar ni una sola coma de su guion.

Tiene sentido, claro. Tanto como la resolución de la gran polémica de este año en Cannes. Al final, ninguna producción de Netflix (ni “Okja” ni “The Meyerowtiz Stories”, vaya) consiguió ni un solo premio. «Sería triste no poder ver a la nueva Palma de Oro en una sala de cine», dijo Almodóvar en el primer día de certamen. Pues bien, por esto no se tendrá que sufrir. Lo de cómo van a reaccionar las productoras del Video On Demand en el futuro, vista la hostilidad con la que se les ha recibido en la Croisette, es una preocupación que ahora mismo aparece en un horizonte demasiado lejano.

Esto queda para la lejanísima edición del año que viene. Veremos qué deparará la 71ª. Quién irá y quién no. Mientras esperamos, nos quedamos con el más alegre, gamberro e incómodo de los cineastas suecos. “The Square” alcanzó la gloria, y Cannes nos recordó que es la mejor plaza, en parte porque recompensa a cineastas como Ruben Östlund.

 

Palmarés

Palma de Oro

“The Square”, de Ruben Östlund.

Gran premio del Jurado

“120 battements par minute”, de Robin Campillo.

Premio Especial del 70 Festival de Cannes

Nicole Kidman.

Premio de Dirección

Sofia Coppola, por “La seducción”.

Mejor Actriz

Diane Kruger, por “In the Fade”.

Mejor Actor

Joaquin Phoenix, por “You Were Never Really Here”.

Premio del Jurado

“Nelyubov” (“Loveless”), de Andrey Zvyagintsev.

Premio de guion "ex aequo"

Yorgos Lanthimos, por “The Killing of a Sacred Deer”, y Lynne Ramsay, por “You Were Never Really Here”.

Mejor cortometraje

“Xiao cheng er Yue” (“A Gentle Night”), de Qiu Yang.

Mención Especial

“Katto” (“The Ceiling”), de Teppo Airaksinen.

Cámara de Oro a la mejor ópera prima

“Jeune Femme”, de Léonor Serraille.