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BERLÍN

El TC alemán pone en cuestión la compra de deuda por parte del BCE

En su recurso ante el Tribunal de Justicia de la UE, el Tribunal Constitucional de Alemania indica que el Banco Central Europeo estaría incumpliendo la legalidad –sus propios estatutos– al «financiar» a varios estados de la eurozona con su política de compra de deuda soberana, el denominado «plan Draghi».

De Karlsruhe a Fráncfort apenas hay unos 150 kilómetros de distancia por carretera, pero ahora el itinerario que une ambas ciudades alemanas parece más sinuoso de lo habitual si se observa desde el punto de vista de los analistas económicos. El Tribunal Constitucional Federal de Alemania, cuya sede está ubicada en Karlsruhe, informó ayer de que, después de varias demandas que se le han presentado y ante las dudas suscitadas acerca del programa de compra de deuda de la eurozona por parte del Banco Central Europeo, radicado en Fráncfort, ha decidido apelar al Tribunal de Justicia de la Unión Europea.

De esta forma, como indicó la agencia Efe, el TC suspende temporalmente los procesos abiertos en Alemania para responder a la pregunta de si el programa de compra de deuda pública del BCE es compatible con la Ley Fundamental alemana y presenta ante la Corte de Luxemburgo tres cuestiones prejudiciales.

Con el fin de estimular la inflación y la economía del conjunto de la UE, desde marzo de 2015, el BCE compra regularmente deuda soberana y otros bonos de los estados de la zona euro. Actualmente, lo hace por un valor de 60.000 millones de euros mensuales.

Financiación pública

El TC considera que hay varios motivos de peso que permiten afirmar que las decisiones que fundamentan el programa de compra de deuda violan la prohibición de financiación pública por parte del BCE, van más allá del mandato del banco central en materia de «política monetaria» y, por tanto, se extiende a las competencias propias de los estados miembros en «política económica».

En primer lugar, «duda» de que el programa del BCE «esté en consonancia» con su propio reglamento, al entender que comprando deuda soberana se está financiando de forma encubierta a los estados afectados, algo que el BCE tiene expresamente prohibido.

Por ello, en su comunicado indicó que, siguiendo el espíritu que ha dado forma a las demandas presentadas, el Bundesbank (el banco central alemán) no podría participar en ese programa del BCE y, por lo tanto, el Bundestag (la Cámara Baja del Parlamento) y el Gobierno estarían obligados a tomar las oportunas medidas contra el mismo.

Y solicita al TJUE que aplique un procedimiento acelerado porque «la naturaleza del asunto exige su rápida tramitación».

Debate sobre soberanía y política económica

El Tribunal Constitucional alemán ha recibido tres recursos de inconstitucionalidad contra el «plan Draghi» y entre los demandantes se encuentran el economista Bernd Lucke, fundador y exdirigente de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), y el exparlamentario Peter Gauweiler, de la Unión Social Cristiana (CSU). Con la decisión comunicada ayer, es probable que el tema de la soberanía en política económica cobre peso en el escenario electoral alemán, ya que el próximo 24 de setiembre hay cita con las urnas para renovar el Bundestag, el cual, a su vez, elegirá a la persona que estará al frente del Gobierno en la nueva legislatura. Hasta el momento, las encuestas dan a Angela Merkel, cabeza de lista de la coalición CDU/CSU, como vencedera de estos comicios.

El Tribunal de Justicia de la UE ya tuvo que resolver varias cuestiones prejudiciales planteadas por el TC respecto a los fondos de rescate que puso en marcha la UE ante la crisis de la deuda, pues sectores políticos alemanes se han mostrado siempre en contra de las soluciones comunes a los problemas financieros en el sur de la eurozona. Paradójicamente, uno de los mayor beneficiarios de esa práctica fue el Estado alemán, que vio cómo su deuda a diez años llegaba a colocarse a tipos de interés negativos. GARA