Koldo LANDALUZE
DONOSTIA

Groucho Marx, un genio en formato televisivo

Con motivo del cuarenta aniversario de la muerte de Julius Henry Marx, más conocido como Groucho Marx, merece la pena redescubrir los pasajes que el genial cómico vivió en el universo televisivo a través del concurso «You Bet Your Life».

A pesar de su lapidaria frase «encuentro la televisión muy educativa. Cada vez que alguien la enciende, me retiro a otra habitación y leo un libro», Groucho Marx protagonizó una serie de pasajes televisivos muy dignos de ser recordados. Todo ello ocurrió en la década de los cincuenta, cuando los hermanos Marx optaron por no seguir compartiendo secuencias cinematográficas e iniciaron una nueva etapa por senderos diferentes.

En el caso de Groucho, dicha etapa adquirió una relevancia muy especial cuando, después de participar en diferentes formatos por las parrillas de ABC Radio y más tarde de CBS Radio, le llegó una oferta que llevaba por título “You Bet Your Life” –“Apueste su vida”–. Dicha oferta se concretó en 1950 cuando NBC le propuso un concurso que se emitía tanto por radio como televisión. Su mecánica se resumía en la presencia de una pareja famosa o anónima escogida por el público, que acompañada por Marx y su asistente, el cómico George Fenneman, debia acometer una serie de cuestiones en las que siempre destacaban los comentarios del presentador.

Una de las exigencias de Groucho era que el programa fuese grabado y editado antes de su emisión para poder eliminar las partes aburridas o poco interesantes. Y entre la multitud de anécdotas figura una que hace alusión a una concursante, una mujer que tenía once hijos.

Cuando Groucho le preguntó sobre tal cantidad de vástagos ella le respondió «amo a mi marido», lo que fue contrarrestado por el presentador con «yo también amo a mi puro, pero me lo saco de la boca de vez en cuando». Esta secuencia fue cortada en la emisión, pero las carcajadas que provocó en el público fueron usadas durante años como risas enlatadas en más de una serie.

En el lado negativo asoma la irrupción del FBI el cual recopiló cartas acusatorias en las que «buenos ciudadanos norteamericanos» denunciaban los comentarios sarcásticos de Groucho. Además, el FBI fijó su obsesión en el director de la orquesta que animaba “You Bet Your Life”, el comunista perseguido Jerry Fielding. Debido a la presión ejercida, los patrocinadores del concurso exigieron su despido, cosa que Groucho hizo a su pesar y recordó siempre como «uno de los mayores remordimientos de mi vida».