MÁLAGA 0

EIBAR 1

El Eibar recupera las buenas costumbres y, como hizo en sus dos primeras temporadas en la categoría, comienza el curso con victoria. Merecida, además, porque los azulgranas fueron mejores que un Málaga que sólo en el arranque del partido, hasta que su rival se acomodó, y en la recta final, con el cansancio haciendo mella y los nervios derivados de un marcador tan corto, asustó a Dmitrovic.

Con la presencia del serbio bajo palos se resolvió la gran incógnita previa al choque. Aunque no bastó para que el pleno de debuts se produjera de inicio porque, contra todo pronóstico, Rubén Peña se situó por delante de Capa y Alejo tuvo que esperar al segundo tiempo para vestirse de corto. También debutaron oficialmente con la camiseta azulgrana el resto de jugadores fichados este verano.

Con especial protagonismo para uno de ellos. El partido arrancó, de hecho, con un gol de Charles, aunque al árbitro no se le escapó que se había ayudado de la mano, así que lo único que se apuntó fue una tarjeta. Lo intentaría después en tres ocasiones, dos muy claras tras sendos servicios de Inui y otra falta botada por Jordán, pero Roberto estuvo muy atento en todas. También el Málaga tuvo las suyas, aunque fue generando menos peligro conforme el Eibar se asentó en el campo.

Tras el descanso se vio aún mejor a los armeros, que por momentos acumulaban hasta cuatro jugadores en posiciones de remate. Y que esta vez sí acertaron. Fue, cómo no, Charles, que cabeceó un centro de Cote para firmar el 0-1.

Fue definitivo, por mucho que el Málaga –obligado a estirarse, forzó un par de buenas intervenciones de Dmitrovic – y sobre todo un Eibar que no dudó en buscar la sentencia, trataran de mover el marcador. No pudo ser. Y los armeros lo celebraron