Víctor ESQUIROL
VENECIA

El cine de las formas y Guillermo del Toro conquistan Venecia

La 74ª Mostra de Arte Cinematográfico de Venecia coronó al mexicano Guillermo del Toro. El León de Oro se lo llevó «La forma del agua», precioso cuento de hadas, doncellas y monstruos que sublima el cine de un autor enloquecidamente enamorado de la fantasía. El Jurado mantuvo la misma línea para el segundo cajón del podio, ocupado este por el isreaelí Samuel Maoz y su «Foxtrot», otro portento del cine entendido como deslumbrante envoltorio.

Lo advertimos en la segunda jornada de competición, y el jurado presidido por Annette Bening nos dio la razón. En el cine importan tanto las formas como el contenido, y en estos dominios, pocos directores están a la altura de Guillermo del Toro. El autor mexicano se coronó en el 74º Festival de Venecia. El León de Oro fue para su último trabajo, “La forma del agua”, un cuento marca de la casa en el que “la bella y la bestia” arden de pasión en plena Guerra Fría. Una encendida defensa de la fantasía como –maravilloso– refugio ante una realidad cruel, terrible y, claro está, fea.

El cine de del Toro se sitúa claramente en las antípodas de este último calificativo, y en este sentido, “La forma del agua” sea seguramente el trabajo más logrado (que no más inspirado) de dicho realizador. Tanto en la fotografía, como en la banda sonora, como en los detalles que trufan cada encuadre, la película se descubre como un prodigio de la técnica y, sobre todo, de la sensibilidad a la hora de manejarla. No era el mejor film a concurso, pero sí el que se dejaba querer más. Imposible ponerle mala cara a este fantástico León.

Lo que sí que ya rozó lo excesivo fue el Gran Premio del Jurado para “Foxtrot”, de Samuel Maoz. Una película que cuidó tanto sus formas, que en su tercer y decisivo acto acabó devorada por ellas. Lo que iba para poderosa denuncia del absurdo militar israelí, se quedó en poco más que un vanidoso lucimiento a manos de su director.

Un impacto estético efímero, peligrosamente rescatado en la naturaleza permanente de un Palmarés que se resarció en el resto de categorías (incontestables los premios a Charlotte Rampling, Kamel El Basha, Martin McDonagh, Charlie Plummer y Warwick Thornton), pero que ni así pudo tapar su mayor agravio. Ante la oportunidad histórica de premiar a una de las leyendas vivas del séptimo arte (el documentalista Frederick Wiseman), la Mostra veneciana miró hacia otro lado; hacia las formas, no hacia el contenido, y pareció no darle ni las gracias. De esto, al menos, se encargó el FIPRESCI de la crítica.

Palmarés

LEÓN DE ORO

“La forma del agua”, de Guillemo del Toro

GRAN PREMIO DEL JURADO

“Foxtrot”, de Samuel    Maoz

mejor dirección

Xavier Legrand por    “Jusqu’à la garde”

MEJOR ACTRIZ

Charlotte Rampling por “Hannah”

MEJOR ACTOR

Kamel El Basha por “The Insult”

MEJOR GUION

Martin McDcDOnagh por “Tres anuncios en las afueras de Ebbing, Misuri”

PREMIO ESPECIAL DEL JURADO

“Sweet Country”, de Warwick Thornton

PREMIO MARCELLO MASTROIANI

Charlie Plummer por “Lean on Pete”

MEJOR PELÍCULA (ORIZZONTI)

“Nico, 1988”, de             Susanna Nicchiarelli

FIPRESCI (A CONCURSO)

“Ex Libris”, de Frederick Wiseman

FIPRESCI (FUERA DE CONCURSO)

“Los versos del olvido”, de Alireza Khatami