Encontrar un asistente para cuidar a un familiar puede resultar complicado, en especial, si se trata de una urgencia. Las dificultades vividas en una situación así inspiraron a Roberto López para crear FamiliaDos. Pensó en un servicio similar a TripAdvisor para cuidadores, idea que compartió con Ernesto Bravo, un compañero del máster que cursaba en IESE Business School que cuenta con experiencia en el campo del emprendizaje y el asesoramiento de startups. Le vio posibilidades, por lo que hicieron un plan de negocio y en junio de 2015 crearon la sociedad limitada On Line For Business Deployment junto a diez de sus compañeros de clase. Actualmente, son tres trabajadores a tiempo completo en la plantilla y cuentan con seis colaboradores a tiempo parcial.

FamiliaDos es una plataforma de economía colaborativa –similar a Uber, Blablacar o Airbnb– especializada en cuidados que pone en contacto a usuarios y asistentes de forma sencilla, rápida y de confianza. La empresa iruindarra Biko desarrolló la web, que tras meses de pruebas, lanzaron en marzo de 2016. Empezaron en Nafarroa y después se introdujeron un poco en la CAV, sobre todo en Donostia, «por cercanía», y consiguieron algunos cuidadores en Bilbo. Necesitaban probarlo en una gran ciudad, por lo que se fueron a Madrid en diciembre de ese año. Ahora están centrados en grandes ciudades donde hay muchas búsquedas, como Málaga, Sevilla y Valencia; y en ir cubriendo poco a poco todo el Estado español.

Han logrado 150.000€ de financiación a través de préstamos bancarios y del programa comunitario Horizonte 2020. Además, fueron una de las diez empresas seleccionadas por el programa de aceleración de Startup Madrid 10, impulsado por el ayuntamiento de Madrid y el Foro de Empresas por Madrid; y el pasado 23 noviembre recibieron el premio a la mejor startup tecnológica. Bravo, director general de FamiliaDos, considera que este reconocimiento «nos hace más atractivos», y junto con la fase de postaceleración, será importante para la ronda de ampliación de capital que están realizando. Su objetivo es lograr 400.000€ en 2018.

La confianza, clave

El funcionamiento de este marketplace online es muy sencillo. El asistente interesado se registra, introduce su DNI, número de cuenta, así como los documentos que acreditan su formación y las referencias de su experiencia laboral. Los responsables verifican esa información, con lo que filtran en torno al 91% de los candidatos. También tienen en cuenta las valoraciones de los usuarios. «No nos interesa tener a gente apuntada que no lo hace bien, porque es una cuestión de confianza. Si hay alguien mal valorado o no está dando un buen servicio, lo sacamos de la plataforma», apunta Bravo.

Está dirigida a personas dependientes autónomas o familiares que tienen ancianos o enfermos a su cargo y necesitan una ayuda puntual. El usuario filtra de acuerdo a sus preferencias –zona, fecha, franja horaria, titulación...– y escoge al cuidador que mejor se ajusta a sus necesidades. Sólo necesita registrarse cuando quiere contratar a alguien.

La tarifa mínima del servicio es 8 euros, cantidad necesaria para cumplir con las obligaciones fiscales; y FamiliaDos monetiza el servicio con una comisión por transacción. Dependiendo del precio final y el número de horas que han pactado el cliente y el cuidador, la cantidad es de 1, 2 o 3 euros si pasa de 10, 30 o 60 euros, respectivamente.

El responsable considera que las ventajas del servicio residen en que al tratarse de trabajos puntuales, los cuidadores pueden sacar al mercado sus horas disponibles, y a su vez, aporta flexibilidad a los usuarios, ya que pueden «probar a una persona y ver cómo se llevan». En estos momentos, la red cuenta con 170 cuidadores aprobados de 1.500 solicitudes, más de 600 usuarios dados de alta en la plataforma, y más de 700 servicios gestionados en el primer año.

Están contentos con la respuesta que están teniendo, ya que «somos capaces de captar cuidadores, sin problemas, y la gente que contrata a través de nuestra plataforma, repite». No obstante, se han dado cuenta de que el canal Internet para la contratación de servicios está por desarrollar; tarea en la que se centrarán hasta 2020. Por esa razón y «para generar confianza en la herramienta», además de la publicidad online, se dan a conocer visitando servicios sociales de base, residencias o asociaciones de personas con discapacidad.

Han constatado que «la actividad está muy clara y la gente la usa, porque cree que es útil», aunque al inicio tenían la idea «inocente» de que las cosas irían más rápido. Por eso, han adaptado el plan de negocio, retrasando dos años su previsión de rentabilidad, que ahora calculan llegará en 2021-2022. De momento, su objetivo para el 2018 es estar presente en todas las capitales de provincia. «Llegaremos seguro a las mayores de medio millón de habitantes, y si puede ser, a las mayores de 200.000». Asimismo, calculan que para setiembre del próximo año realizarán más de 1.000 servicios mensuales.

Si esas predicciones se cumplen en los plazos fijados, el directivo considera que lograrán el objetivo de cubrir el mercado estatal y, además, probablemente serán los líderes del mismo. «Es importante mantenerse en el liderazgo. En los servicios por Internet suele haber dos o tres empresas, no siete. Tenemos que conseguir mantenernos entre los primeros», apunta Bravo.