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Nueva York acoge la multitudinaria marcha contra el cambio climático

Activistas del mundo entero, celebridades y líderes políticos se movilizaron ayer en Nueva York y en ciudades de 162 países en marchas contra el cambio climático que buscaron hacer historia, con un número récord de participantes en vísperas de la cumbre de la ONU sobre el tema. «Esta marcha para nosotros significa que los gobernantes entiendan que hay un pueblo afectado, organizado y movilizado a nivel mundial. ¡Tienen que escucharnos!», decía un activista peruano.

«Esta marcha marca una pauta histórica. Para nosotros significa que los gobernantes entiendan que hay un pueblo afectado, organizado y movilizado a nivel mundial. ¡Tienen que escucharnos!», dijo en Nueva York a la agencia France Presse Juan Pedro Chang, un peruano de 57 años que llegó desde Paramonga, 220 km al norte de Lima.

Las 1.572 organizaciones de todo tipo que convocaron la protesta en Nueva York esperaban más de 100.000 personas. Un total de 2.700 eventos estaban previstos en 162 países, entre ellos movilizaciones simultáneas organizadas en Londres, París, Berlín, Río de Janeiro, Melbourne, Estambul y Bogotá.

Horas antes, miles de australianos se manifestaron dentro de la iniciativa mundial para exigir medidas eficaces a los líderes que acudirán mañana a la reunión sobre cambio climático en la ONU. La mayor parte de las marchas se produjeron en Sydney y Melbourne, aunque también hubo una protesta frente al centro de Convenciones de Cairns, donde se reunieron el fin de semana ministros de Economía del G20. «Sé el cambio» y «árboles y abejas» eran algunos de los lemas que coreaban los manifestantes.

«Los tontos fósiles»

Una de las demandas planteadas a los gobernantes es conseguir el 100 % de la energía limpia para 2050 y que los líderes del mundo luchen contra la evasión fiscal. «No nos digan que no podemos permitirnos energía limpia. No podemos permitirnos no tener energía limpia», se explicó una de las manifestantes australianas.

La líder del Partido Verde australiano, Christine Milde, afirmó que «no vamos a aguantar más, esto es lo que tenemos que decir al primer ministro Tony Abbott y otros líderes del mundo. El reino de los carburantes fósiles se ha acabado; lo que tenemos que hacer es acabar con los tontos fósiles que lo continúan», aseveró.

La protesta global tuvo lugar dos días antes de la cumbre del clima en Nueva York convocada por el secretario general de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-Moon, y a la que asistirán más de 120 jefes de Estado.

El actor Leonardo di Caprio, el exvicepresidente estadounidense Al Gore, el propio Ban Ki-moon y el alcalde de Nueva York confirmaron su presencia en la protesta en Manhattan, que desde temprano convocaba a miles de personas a pesar de un cielo nublado y amenaza de lluvia.

Cuarenta años en la mina

Encabezada por una banderola que rezaba «Marcha del clima de la gente» y otra que decía «Línea del frente de la crisis y Vanguardia del cambio», la movilización arrancó desde Central Park para terminar horas más tarde cerca del río Hudson en el oeste de Manhattan.

«Participo de la marcha porque quiero construir un futuro más luminoso para mi familia», señaló Stanley Sturgill, un minero jubilado de 69 años oriundo de Kentucky que tiene problemas pulmonares tras pasar más de 40 años extrayendo carbón bajo tierra.

«Destrozamos nuestra agua y nuestra salud y nuestra economía está en declive. El cambio climático es algo real. Sé que no necesitamos destrozar nuestro planeta y que podemos cambiar las cosas», dijo uno de los oradores en la rueda de prensa previa a la movilización.

«Hay que cambiarlo todo»

Para Juan Pedro Chang, que forma parte de una delegación peruana compuesta por unas 30 personas, el cambio climático «está afectando todo, agricultura, salud, alimentación, empleo...», y por eso «hay que cambiarlo todo. Hemos hechos un esfuerzo muy grande para venir hasta aquí, respaldar y conectar a los pueblos», explicó.

Unas 5.000 personas, según la Policía, se manifestaron en el centro de París. La concentración en la capital tuvo réplicas en Burdeos, Lyon y Marsella. En la marcha de París, que se desarrolló en un ambiente familiar, participaron el excandidato presidencial del Frente de Izquierdas, Jean-Luc Mélenchon, y el periodista y activista Nicolas Hulot. También se sumó la ecologista y exministra de Vivienda Cécile Duflot, quien alertó contra el peligro del «eco-escepticismo» de quienes creen que es demasiado tarde para resolver los problemas del planeta.

Decenas de miles de personas desfilaron por las calles de Londres, adonde acudieron víctimas de las inundaciones en Inglaterra el invierno pasado, así como la actriz británica Emma Thompson, que regresó de una expedición en el Artico con Greenpeace para denunciar del deshielo de los glaciares.

En Madrid, cientos de manifestantes se reunieron ante el Ministerio de Medio Ambiente con pancartas con el mensaje «No hay planeta B», «Cambia tu vida, no tu clima» o «Nuestro clima, es tu decisión».

Salvar el planeta

La capital colombiana se sumó a la gran marcha mundial contra el cambio climático con una caminata multicolor. Atendiendo «una invitación a cambiarlo todo», unas 300 personas, muchas de ellas con banderas de Colombia y camisetas azules con la frase «Bogotá marcha x el clima», desafiaron una fría mañana y se congregaron en el Parque Nacional con pancartas en las que se podían leer frases como «Para cambiarlo todo necesitamos de todos». El alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, escribió en su cuenta de Twitter: «somos responsables, salvemos el planeta».

Edificios modernos con menos emisiones

La ciudad de Nueva York anunció ayer un compromiso para recortar sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 80 % entre 2005 y 2050, con un plan centrado principalmente en mejorar la eficiencia energética de los edificios.

La iniciativa fue dada a conocer por el alcalde, Bill de Blasio, coincidiendo con la Marcha por el Clima que recorrió la ciudad. «El cambio climático es una amenaza existencial para los neoyorquinos y nuestro planeta», subrayó De Blasio en un comunicado, en el que destacó que la Gran Manzana es la ciudad de mayor tamaño en todo el mundo en comprometerse a rebajar en un 80 % sus emisiones.

Para lograr esa meta, Nueva York pondrá en marcha un gran plan de modernización de los 3.000 edificios de propiedad municipal en los próximos diez años y promoverá las inversiones en el ámbito privado. Hoy en día, casi tres cuartas partes de las emisiones de efecto invernadero de la ciudad proceden de la energía utilizada para calentar, enfriar y llevar electricidad a los edificios, según datos del Ayuntamiento. GARA

120 jefes de Estado y de Gobierno en una cumbre para relanzar las negociaciones

Más de 120 jefes de Estado y de Gobierno celebrarán mañana en Nueva York una cumbre de la ONU para dar un nuevo impulso a las negociaciones internacionales para limitar el calentamiento global, antes de una conferencia crucial en París en 2015.

Está previsto que en esta reunión los participantes anuncien compromisos que facilitarán alcanzar un acuerdo en la conferencia internacional de París a fines del año próximo. Según la ONU, se trata de la concentración de dirigentes más grande que se ha realizado sobre este tema. «Hay que actuar de forma urgente: cuanto más esperamos, más lo pagaremos en vidas humanas y en dinero perdido», considera el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.

El objetivo de las negociaciones es limitar el calentamiento global a dos grados Celcius con relación a la época preindustrial. Sin embargo, muchos científicos afirman que, vistos los niveles de emisiones de gases de efecto invernadero, las temperaturas habrán aumentado al final del siglo XXI en más de cuatro grados respecto a la época preindustrial. En caso de lograrse un acuerdo en París, entraría en vigor en 2020.

«Nueva York es una ocasión única para medir la voluntad de unos y otros de actuar», explicó la responsable de Clima de la ONU, Christiana Figueres. Ella no espera que haya muchos países que pongan sobre la mesa compromisos con cifras, pero subraya que todos los actores importantes estarán presentes: gobiernos, municipalidades, empresas, compañías financieras y ONG.

La atención se centrará en los grandes países emergentes, en primer lugar China e India, que son junto con EEUU los emisores más importantes de gases de efecto invernadero. Pekín y Nueva Delhi se resisten a reducir sus emisiones porque no quieren desacelerar su crecimiento económico, e insisten para que las naciones más industrializadas paguen la mayor parte de la factura. Si el presidente Obama ha confirmado su presencia, China enviará sólo a un viceprimer ministro, Zhang Gaoli, e India a un ministro. Mary Robinson, enviada especial de la ONU para la lucha contra el cambio climático, destacó sin embargo que Zhang Gaoli «es el tercer responsable en importancia del Estado y la más alta autoridad en clima y desarrollo». GARA