De excelente se puede tildar la iniciativa del canal Discovery Max si se tiene en cuenta la pobre distribución comercial de la que goza el género documental. Los cinco proyectos que emitirá esta cadena en abierto -a partir de esta noche y cada martes desde las 22.30- figuran entre lo más destacado del género. Como botón de muestra, el documental que se encargará de inaugurar este ciclo: la oscarizada «Searching for Sugar Man». Dirigida por Malik Bendjelloul, esta sobresaliente realización gira en torno a la búsqueda de un misterioso cantante llamado Rodríguez que en los años 60 fue descubierto en un bar de Detroit y que tras grabar un único disco cayó en el olvido y desapareció lo que daría inicio a una leyenda que fue revelada por dos fans sudafricanos.

La segunda propuesta que emitirá Discovery Max es la no menos interesante -El impostor-. Se trata de un sobrecogedor documental que nos acerca a una historia que fue revelada por el diario «The New Yorker» y que giraba en torno a un chaval que se hizo pasar por el hijo desaparecido de una familia del Medio Oeste norteamericano. Lo más curioso de este caso verídico fue que el joven provenía del Estado francés y no se parecía en nada al desaparecido. La familia, lejos de rechazar al suplantador, lo aceptó y afirmó que se trataba de su hijo desaparecido.

El tercer documental lleva por título «I´m still here» y supuso el debut, como realizador del actor Casey Affleck. Este proyecto que suscitó una gran polémica en su día recrea un frenético año en la vida del actor Joaquin Phoenix el cual anunció públicamente, en el otoño de 2008, que abandonaba su exitosa carrera cinematográfica, para reinventarse como músico de hip hop. La cuarta producción ha sido considerada como la película definitiva basada en el legendario Bob Marley. Kevin McDonald fue el encargado de rodar este documental -«Marley»- que aborda con gran detalle el particular universo de este icono musical del siglo XX.

Este breve pero muy intenso ciclo finalizará con «September issue», un documental centrado en la todopoderosa Anna Wintour, la legendaria editora jefe de «Vogue» y una de las figuras más influyentes del mundo de la moda. La particularidad de este trabajo radica en que Wintour nunca antes había permitido que nadie se adentrara en los entresijos de su redacción.