Interview
JOSÉ LUIS REBORDINOS
DIRECTOR DE ZINEMALDIA

«Estamos muy contentos con una edición que ha sido histórica para el cine vasco»

A pesar de que los focos ya se han apagado y la alfombra roja comienza a ser recogida, Zinemaldia no descansa. Jose Luis Rebordinos se muestra cansado pero feliz por el desarrollo de una 62 edición de Zinemaldia que ha sido valorada como una de las mejores de los últimos años. Mientras despide al exultante productor de la gran triunfadora «Magical Girl», comparte café y valoración con GARA.

¿Qué primera lectura extrae de esta 62 edición?

A falta de concretar muchos datos y haciendo una lectura aproximada de lo que hemos percibido y constatado durante estos días, podemos afirmar que la valoración general de esta edición es muy positiva. Estamos muy contentos. Yo siempre suelo decir que el Zinemaldia es como un puzzle y este año las piezas han encajado mejor de lo esperado. La Sección Oficial ha funcionado muy bien, incluso hay críticos que la han valorado como la mejor de los últimos años. Otro dato a tener en cuenta es lo bien que han funcionado las retrospectivas y en este sentido, para nosotros ha sido realmente satisfactoria la respuesta que ha obtenido el ciclo dedicado a Dorothy Arzner. Probablemente haya sido una de las grandes sorpresas debido a la gran cantidad de personas que han visionado las películas de esta cineasta y los comentarios de sorpresa que han generado sus películas. La presencia de estrellas también figura entre los elementos a tener en cuenta y no podemos obviar el gran aliado con el que hemos contado durante estos días, el tiempo, lo que ha permitido que la gente haya podido tener un contacto mucho más directo con las estrellas. Por último, creo que otro de los aspectos más importantes ha sido lo bien que ha funcionado la Industria. Este año hemos aumentado un 6% la presencia de la Industria lo cual es un dato a tener en cuenta ya que buena parte de los grandes festivales internacionales han sufrido las consecuencias de la crisis y han constatado un importante bajón en este aspecto.

Tampoco se puede obviar el respaldo de los espectadores que han acudido a las diferentes secciones.

Esto para nosotros es fundamental. Una primera lectura revela que hemos mantenido las cifras del año pasado y que nuestra apuesta por incluir descuentos para jóvenes y otro tipo de ofertas han funcionado y nos han permitido contar con un respaldo económico que ayuda a sacar adelante el festival. Date cuenta que las cifras en taquilla que genera el Zinemaldia ronda los 600.000 euros. Este año hemos logrado 100.000 entradas de pago y sumando la presencia de acreditados en salas creo que rondaremos los 165.000 y 170.000 espectadores.

Un vistazo al palmarés nos descubre la pujanza que ha tenido el cine del Estado español. Es algo que usted ya subrayó en el prólogo de este certamen.

Sí, yo creo que los premios que han obtenido estas producciones certifican algo que ya habíamos constatado, que el nivel del cine del Estado español iba a ser muy bueno. «Magical Girl» me parece una película espléndida y «La isla mínima» es algo increíble y su éxito se ha confirmado con su estreno comercial donde está recaudando unos números muy a tener en consideración. De todas formas, y a título personal, creo que en la Sección Oficial ha habido un alto número de producciones a tener en cuenta, incluso películas que aquí habían suscitado no muy buenos comentarios, para mucha prensa internacional han merecido otro tipo de calificativos más positivos.

Esta edición también ha supuesto para el cine vasco un episodio sin precedentes.

Hemos tenido la primera película rodada íntegramente en euskara -con anterioridad contábamos con «Ke arteko egunak» pero esta incluía pasajes doblados debido a la presencia de Pedro Armendáriz- y ha sido la primera vez que la Sección Oficial incluía dos producciones vascas. Nosotros estamos muy contentos porque creemos firmemente que «Loreak» va a dar la vuelta al mundo y va a llevar el euskara por todos los rincones del planeta porque, a nivel internacional, ha sido muy bien considerada y en su agenda ya figuran varios certámenes muy destacados. Es una película que ha gustado muchísimo a los programadores de los festivales. «Lasa eta Zabala» se convirtió en un evento. Ha sido una película muy discutida, como debe ser, y ha generado polémica pero esto es saludable. Yo creo que tanto en la sociedad del Estado español como en la vasca se ha avanzado en muchas cosas. Es decir, que es posible hablar de todo siempre que se haga con respeto. Yo creo que una de las imágenes más bonitas de esta edición ha sido ver a las cuatro instituciones viendo la película juntos. Estaban representantes del Gobierno de Madrid, del Gobierno vasco, de la Diputación Foral de Gipuzkoa y del Ayuntamiento. A esta imagen se le denomina «normalidad». El buen nivel exhibido por las producciones vascas también es extensible a películas que se han visionado en Zabaltegi como «Los tontos y los estúpidos» de Roberto Castón o la de Borja Cobeaga, «Negociador», la cual y curiosamente, ha generado más polémica que «Lasa eta Zabala». Zinemaldia es un termómetro de la realidad y yo creo que hay que empezar a hacer cosas con total normalidad. Por ejemplo, la presencia del euskara en las diferentes galas ha sido mayor que en ninguna otra edición y yo creo que desde muy diferentes frentes -desde la televisión, instituciones y periodistas llegados desde el Estado- asumen el euskara como lo que es, un patrimonio de la humanidad y de un pueblo como lo es el vasco.

Desde una óptica emocional, ¿qué imagen guarda de esta edición?

Yo creo que uno de los episodios más emotivos fue el discurso de Benicio del Toro cuando recibió el Premio Donostia. Su discurso fue excelente y muy sentido. Hace pocas horas, antes de marcharse, me ha dicho que contemos con su presencia siempre y cuando queramos y su agenda lo permita. A pesar de la apariencia fría que mostró en la rueda de prensa, es un hombre cálido, cercano y que se ha mostrado muy agradecido por todo lo que ha vivido aquí.