Iñaki IRIONDO

En el túnel del TAV de Hernialde hubo al menos tres desprendimientos

En el túnel Anoeta del TAV no se produjo un único desprendimiento, sino hasta tres, que dieron lugar al enorme socavón abierto en Hernialde. Lakua cree que podrá reparar el cráter en unos tres meses y el permiso de corte de carretera está pedido hasta el 20 de febrero.

En el túnel Anoeta del tramo Hernialde-Zizurkil se produjo un primer desprendimiento el 6 de octubre, que dio lugar ya a un socavón de unos cinco metros de diámetro y entre uno y dos metros de profundidad. Después de reforzar la zona en el interior, cuando se siguió avanzando en la obra, se volvió a producir otro desprendimiento el 15 de octubre. Tras proceder a estabilizarlo, se rompieron los sostenimientos realizados generándose el tercero, que dio lugar al enorme cráter de 20 metros de diámetro en la superficie, que desde entonces ha seguido creciendo.

Pese a la gravedad de lo ocurrido y a las evidentes afecciones que ha producido, el Departamento de Medio Ambiente y Política Territorial sigue tratando de minimizar los hechos y de responder, incluso al Parlamento, en base a medias verdades.

La aparición del enorme socavón trascendió a la opinión pública el 23 de octubre, cuando a través de las redes sociales comenzaron a difundirse fotografías del exterior tomadas a vista de pájaro, y también vídeos grabados desde el interior del túnel. Lakua reaccionó afirmando que el desprendimiento se había producido el 7, al generarse de forma natural una chimenea, y lo enmarcó dentro de la normalidad en este tipo de obras.

Cuestión de tiempos

Ahora, por contra, preguntada por el parlamentario de EH Bildu, Dani Maeztu, la consejera Ana Oregi responde que el desprendimiento se produjo «la noche del 15 al 16 de octubre». Y ante las acusaciones de que no se había informado sobre los hechos, señala que «el 15 de octubre se informa vía telefónica a un técnico de la DFG [Diputación Foral de Gipuzkoa] de lo sucedido, y el lunes 20 de octubre a la alcaldesa de Hernialde».

Como puede comprobarse, se afirma al mismo tiempo que el desprendimiento fue «la noche del 15 al 16», pero que ya «el 15 se informó vía telefónica a un técnico de la DFG». Según la respuesta parlamentaria, «la dirección de las obras tuvo conocimiento [del desprendimiento] el 15 de octubre». Según el parte de incidencias que acompaña a la respuesta de la consejera, el primer desprendimiento se produjo el 6 de octubre en el punto kilométrico «0+190» y se detectó «tras el desescombro de los materiales procedentes de la primera voladura de la mañana». Y el día 7 se hizo una inspección ocular de la superficie observando un hundimiento del terreno.

El 15 de octubre se producen dos nuevos desprendimientos. Esta vez en el «PK 0+187». El informe señala que, a raíz del derrumbe del 6 de octubre, se había «procedido al refuerzo del sostenimiento desde el pk 0+195». Pero «durante la excavación del pase en el pk 0+187» se produce un nuevo desprendimiento. Y «tras proceder a su estabilización se produce una rotura del `tape' y sostenimiento ejecutados generándose un nuevo desprendimiento».

Entonces se comprueba también que el socavón del exterior ha aumentado hasta los 20 metros de diámetro y enorme profundidad. Recientemente se ha probado que sigue creciendo.

En cuanto a la reparación de los daños, el Departamento asegura que se limitan al socavón,y que se están realizando los estudios sobre la cavidad kárstica con la que han topado las obras del túnel. Esperan poder solucionarlo en tres meses. La solicitud de corte temporal de la carretera GI-3412 se ha solicitado hasta el 20 de febrero de 2015.

Estudios

En la zona se realizaron tres estudios geotécnicos en 2004, 2008 y 2011. Las dos últimas costaron a ETS 1.451.563,74 euros. La consejera sostiene que estos estudios no pueden precisar dónde puede haber una cavidad como esta.