F.M. DONOSTIA
Interview
GOTZON ARANBURU Y JUANTXO EGAÑA
AUTORES DEL LIBRO «EUSKAL HERRIA 1970-1990»

«Hay fotografías con las que la gente se va a sorprender»

El periodista Gotzon Aranburu y el fotógrafo y documentalista Juantxo Egaña tienen experiencia en este tipo de trabajos. Ellos fueron los autores de la exitosa colección «Euskal Herria 1870-1970. Cien años en imágenes». De allí partió la idea de proseguir esa línea de investigación y divulgación hasta la historia más reciente. Fruto de ello son los dos nuevos volúmenes de fotografías contextualizadas que nos acercan hasta las turbulentas décadas de 1970 a 1990, que se pondrán a la venta con GARA los próximos fines de semana y en la Feria de Durango.

¿Qué etapa de la historia se aborda en los dos nuevos volúmenes que presentan?

Gotzon ARANBURU: La que comprende el periodo 1970-1990, probablemente la más intensa de nuestra historia reciente. Tomando acontecimientos históricos como hitos, empieza tras el Proceso de Burgos y acaba con el proceso de negociaciones de Argel y la muerte de Josu Muguruza.

¿Con qué tipo de fondos y de fuentes documentales han trabajado?

Juantxo EGAÑA: Cuando se aborda un proyecto de estas características lo primero que hago es dirigirme a los archivos del entorno: Benedictinos de Lazkao, familia Monzón, los fondos de la Diputación de Gipuzkoa, la de Araba, la Fundación Sabino Arana, Kutxateka, el Archivo Municipal de Gasteiz... Veo qué materiales pueden tener. También reviso la prensa de la época, en este caso los periódicos y revistas y la prensa clandestina de ese momento. A partir de ahí empiezo a investigar y hablar con fotógrafos de entonces e intento rescatar esas imágenes que tenemos grabadas en nuestra mente. En este caso, el trabajo de campo ha sido muy importante; fotógrafos que dejaron la profesión nos han enseñado sus fondos, como Philippe Etcheberry, Imanol García, Txema Ormazabal y otros, así como las familias de fotógrafos ya fallecidos como Juan Carlos Bixente, Olalde o Luis Otaegi...

¿Cuáles son los principales acontecimientos recogidos en estos dos tomos?

G.A.: Cada volumen tiene su propio carácter. El primero de los actuales -quinto en el conjunto de la colección- es un libro duro. Lo digo sin tapujos. Probablemente duro de mirar y leer, y desde luego duro de escribir. No puede ser de otra forma, dados los episodios que se recogen en el mismo. Por destacar algunos: el atentado contra Carrero Blanco, los fusilamientos de Txiki y Otaegi, la Marcha de la Libertad, los sucesos de Sanfermines de 1978, el regreso del exilio de Telesforo Monzón y de Leizaola, los sucesos del 3 de Marzo en Gasteiz, los atentados de todo tipo de los años de plomo o la muerte de Joxe Arregi torturado, por ejemplo. Por su parte, el segundo -sexto de la colección- se centra en cuestiones sociales, culturales, deportivas... probablemente más amables de abordar, aunque no faltan temas delicados, como el de la central de Lemoiz o la reconversión industrial. Pero la conquista del Everest o los triunfos del Athletic y la Real ponen una nota de alegría, indudablemente.

¿Nos vamos a encontrar con imágenes inéditas o poco conocidas? ¿E impactantes por el contenido?

J.E.: Este tipo de investigaciones nos da la posibilidad de llegar a imágenes que, por algún motivo, fueron desechadas y no publicadas o inéditas de por sí; hay fotografías con las que la gente se va a sorprender. Hay imágenes muy conocidas, como la ikurriña en Atotxa o la de Martín Zabaleta en el Everest, pero hay otras que nos van a dejar asombrados, como las del Aberri Eguna en 1971 en Donibane Lohizune, la Marcha de la Libertad, las espectaculares imágenes de Zarrabeitia de las inundaciones de Bilbo en 1983, las del accidente del monte Oiz con 148 muertos... Así podríamos seguir hablando de fotos y más fotos.

G.A.: Coincido con Juantxo en el impacto de muchas de las fotografías. Cuando empecé a redactar los textos yo creía que estaría «inmunizado» por las muchas imágenes que había visto durante el proceso de documentación, pero a medida que íbamos completando nuestra propia selección me iba asombrando por los descubrimientos de Juantxo. Sin duda, hay verdaderas joyas en estas páginas.

Las dos décadas coinciden con los años de expansión del fotoperiodismo, al menos en Hego Euskal Herria. ¿Eso también se puede apreciar en los libros?

J.E: En Euskal Herria, con la llegada del franquismo, la fotografía de prensa se convierte en una parte más del sistema y, durante cerca de 40 años, quitando las imagenes deportivas -algunas de ellas-, todo el relato será de actos relacionados con la dictadura y con una censura desmesurada, aunque hay alguna excepción.

A mediados de los años 70 hay un resurgir del fotoperiodismo en Euskal Herria, aunque en Iparralde había comenzado algunos años antes de la mano, sobre todo, de fotógrafos como Daniel Vélez y Philippe Etcheberry, que supieron recoger con sus imágenes la vida en aquel lado de la muga y dejaron para la posteridad fotos de los atentados de los GAL y otros grupos parapoliciales.

Otros fotógrafos como Jacques Pavlovsky, de Donibane Lohizune, empezaron su andadura en la mítica agencia Rapho, para dejarnos fotografías de Mayo del 68 en París, la guerra de Vietnam, la de Irán-Irak o la del Salvador, entre otras. Con el nacimiento de nuevos periódicos y revistas en 1976 y 1977 salen algunos fotógrafos que marcaron época y que dieron una visión mucho más cercana y diferente de la que estábamos acostumbrados, y que iban más en consonancia con las corrientes de la fotografía de prensa de la época a nivel mundial: Imanol García, Alfredo Aldai, Roberto Zarrabeitia, Txema Ormazabal, Juan Carlos Bixente, Javier Gallego y Luis Otaegi, entre otros.

Son dos décadas de profundas transformaciones sociales y culturales. ¿Cómo se percibe eso en las imágenes?

G.A.: Se percibe continuamente. Desde la forma de vestir hasta los autómoviles, el salto es evidente. En detalles como el hábito de fumar; el cigarrillo en la mano, algo proscrito actualmente en la fotografía de personajes públicos, era habitual en los retratos de esa época. Otra: ninguno de los ciclistas del Kas lleva casco alguno ni gorra siquiera. Y los guardias civiles de la mismo foto portan tricornio. A los futbolistas y jugadores de balonmano no se les pasaba por la cabeza depilarse. Y los fotógrafos de Zinemaldia llevaban unos flashes que ahora parecen prehistóricos.

Dos décadas convulsas de transformaciones

Los dos nuevos volúmenes (bilingües euskara-castellano) abarcan dos décadas (1970-1990) especialmente intensas en la historia vasca por la crudeza que alcanzó el conflicto político y las profundas transformaciones sociales y culturales que se produjeron.

El primero de los tomos está dedicado a los acontecimientos de carácter más político, y parte de los últimos años del franquismo y la resistencia a la dictadura, y viaja a través de la llamada Transición, la división territorial y los «años de plomo», para culminar con el proceso de negociación abierto en Argel.

El segundo volumen refleja las reivindicaciones sociales y laborales, las luchas populares, la efervecencia cultural, el resurgimiento del euskara y la cultura vasca, el desarrollo industrial y urbanístico, las gestas deportivas y las catástrofes. GARA