Pablo CABEZA BILBO

Bob Dylan, escritos y «The basement tapes complete»

Bob Dylan publica entre enero de 1964 y mayo de 1966 cinco históricos álbumes. Llega a actuar hasta tres veces por semana, giras, entrevistas en radio y prensa... Cuando no suena él, lo hacen las versiones de bandas y solistas que le admiran. La tarde del 29 de julio de 1966 Dylan sufre un aparatoso accidente a lomos de su poderosa Triumph Tiger 100, de 500 cc, un torpedo para la época. Con el siniestro llega el silencio y «The basement tapes».

Álbumes como «The times they are-a-changin'», «Another side of Bob Dylan», «Bringing it all back home», «Highway 61 revisited» y «Blonde on blonde» son parte de la discografía que Dylan había publicado antes de su accidente de moto en 1966.

Tras el percance, pasa casi año y medio hasta que edita un nuevo disco, otro año más para que vuelva a presentarse ante el público, tres canciones en Carnegie Hall, en enero de 1968. Y previamente, sus seguidores deben esperar un año para saber que Bob sigue vivo, al menos artísticamente, pues no concede ninguna entrevista durante doce meses. Desde 1966 a enero de 1974, Dylan ofrece un único concierto completo, una hora de duración. Finaliza la gira en 1966 con veinticinco años y comienza la siguiente con treintaidós.

Bob Dylan solo se rompe una vértebra, pero el accidente le supone algo más: un torbellino interno. Su zozobra es tan fuerte que su mánager se ve obligado a exagerar los daños del accidente, con lo que pretende apaciguar a quienes esperan un libro, una película-documental para televisión y más de sesenta conciertos firmados.

Dylan confiesa que antes del accidente llevaba tres días sin dormir, un claro efecto de su adicción a las anfetaminas, su droga preferida, pero también es un compulsivo bebedor. Salir despedido de la moto le permite replantearse la vida, lo que quiere, lo que desea en su futuro y lo que le sobra de su pasado. En 1978 describe esta experiencia como «el Gran Espíritu diciéndole que necesitaba un descanso». Pero Dylan no deja la música ni el alcohol. Pasa meses en el ostracismo, medio escondido en casa de su médico. Lee la Biblia. Hasta que en junio de 1967 reanuda la actividad musical con las grabaciones de las «Cintas del sótano». Para esta tarea Bob cuenta con la ayuda de The Hawks, poco después The Band. Se graba mucho material. Los canadienses son parte fundamental, pero solo dos canciones consiguen el reconocimiento de Dylan hacia Rick Danko y Richard Manuel, quien reconoce años más tarde que gracias a ser coautor de «Tears of rage» recibe una agradecida ayuda económica.

Un álbum pirata recoge siete canciones de estas sesiones. La presión es fuerte y se dan a conocer otros cortes. Surgen las versiones y algunos artistas obtienen un fuerte éxito, como Peter Paul & Mary o Manfred Mann. En 1975 aparecen parte de las grabaciones de forma oficial. Y ahora, se publica en un doble cedé, triple elepé, seis cedés y una nutrida caja. Las productivas sesiones en el «sótano», aunque no todas, se graban ahí, con Dylan la frente y Garth Hudson (The Band) como mano derecha.

The New Basement Tapes

Tras uno de los muchos alborotos surgidos alrededor de «The basement tapes», uno de los más curiosos es el proyecto «The New Basement Tapes», un disco que rescata textos inéditos de Dylan de la época de «Basement tapes» y que musican (e incluso matizan algunas letras) diferentes músicos bajo la dirección del reconocido T-Bone Burnett.

Los artistas reunidos para dar luz a estas letras a mano y olvidadas en un cajón cualquiera del tiempo son Elvis Costello, Rhiannon Giddens (vocalista de Carolina del Norte, violinista y banjista; miembro de Carolina Chocolate Drops), quien en febrero del próximo año publicará «Tomorrow is my turn», su primer álbum en solitario, producido también por Burnett, Taylor Golsmith (guitarra y voz de Dawes, formación de Los Ángeles orientada hacia el folk rock y el indie folk. Ha grabado tres excelentes discos); Jim James (vocalista y multiinstrumentista de los reputados My Morning Jacket y Monster of Folk, además de atender a su propia carrera en solitario, iniciada de manera formal el año pasado con «Regions of light and sound of God». La sicodelia y el indie rock son los terrenos por los que se mueve); y Marcus Munford (líder de los sugerentes y reconocidos Mumford & Sons. Marcus toca guitarra, batería, mandolina, acordeón, ukelele, voz...).

«The New Basement Tapes» cuenta con la singularidad de la colaboración del actor Johnny Depp, quien toca la guitarra en «Kansas City», donde sustituye a Costello, quien no pudo estar en las sesiones de ese día.

El aire con el que esta atractiva banda ha envuelto el tributo se mueve entre el folk-rock, algún roce con la canción campera, la americana y el espíritu tanto de Dylan como de The Band. Todo de forma notable y brillante.

Para quienes ya posean cualquier versión anterior de «The basement tapes», quizá puedan dirigir el esfuerzo económico hacia este disco, más gozoso y atractivo que lo ya conocido.